❜ ⌗ temperatura alta ⌗ ❜

4.2K 523 208
                                    

Nota de Autor:

No habituo el tema escrito en este capítulo
Así que...

Se aguantan ^^

╰─────── ✧ ────────────╮

Neteyam sentía el corazón acelerado con cada paso que daba, ansioso y sonrojado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Neteyam sentía el corazón acelerado con cada paso que daba, ansioso y sonrojado.

Ese día había dejado más temprano a Kateye con Tsireya. Siendo que le tocaba aprender más sobre los tulkun y el árbol espiritual, y habiendo pasado ya más de 3 semanas con Ao'nung y él, los tres juntos.

Después de dejarlo y desearle una buena excursión nutrida de aprendizaje, se dispuso a caminar y buscar a su pececito, sin nada más que hacer y queriendo hablar con él.

Pero vaya fue su sorpresa cuando lo encontró agachado y cubriéndose la cara, pareciendo estar mareado o algo por el estilo.

Se acercó, y se equivocó.

Trato de preguntarle si se sentía bien, o incluso ofrecerle una mano de ayuda pensandolo en mal estado o algo fatal.

Nunca se espero que este lo hiciera caer de rodillas en la arena, o le hablará con tanta brusquedad. Enojandolo un poco con su actitud.

— escucha — le escucho decir, provocando que se le herizara todo el cuerpo y sonriera nervioso con su tono de voz — ahora mismo me estas volviendo loco, gatito. Así que por favor... no te acerques o tendré que devorarte, ¿entiendes? — termino por lanzarle, mirándole con esos ojos azules, brillantes y rasgados, amenazante.

No pudo dejar de mirarlo, analizándolo con detalle y notando una cosa o dos.

Su tono habitual agradable, no estaba allí. Y había encontrado la justificación de que estuviese agachado en cuanto lo encontró. Ruborizandose por completo.

Así que el alfa... estaba...

— prefiero que me comas a que me alejes — murmuró enrojecido, captando el mensaje de su pareja e ignorando por completo, interesado.

Estaban con tiempo a solas, y su esposo se veía jodidamente candente en aquel momento, ¿de acuerdo?. Era algo que no podía resistir.

Se levantó sin apartarle la mirada y ofreciéndole una mano, dejándose envolver por el repentino deseo de ser tomado por quien amaba, al verlo así.

— ¿sabes lo que estas diciendo? — preguntó el otro mientras aceptaba su mano, levantándose.

Toda su cara la sintió arder, notando aquel incontrolable bulto del ajeno, que le hizo pensar en un millón de cosas. Siendo absolutamente todas y cada una, indecentes.

✨️ 🥀 Hibiscus Flowers 🥀 ✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora