《Kateye》
una palabra para referirse a una flor, las flores de Hibisco pandoriana. Significando Abundancia, alegría y bienestar. como su hijo, Kateye.
Neteyam y Ao'nung ahora tenían un nuevo reto al cual enfrentarse todos los días, llamado "vida de p...
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Ao'nung estaba pensando detenidamente, que había ocurrido durante toda la semana después de aquella vez donde Neteyam y el bailaron y él se cayó como un tonto.
El día siguiente a ese se había intentado ir temprano a trabajar, pero tuvo que tomarse un poco más de tiempo ya que Neteyam empezó a vomitar. Por suerte eso era común según el estado de gestación, pero igual le preocupaba un poco cuando veía al Omatikaya así.
Dos días después, mientras practicaban juntos arquería, Lo'ak había llegado a unirseles y 10 minutos después, estando discutiendo un poco con su cuñado, sintió como las manos de su amado le tomaban del brazo llamando su atención.
Neteyam se había desvanecido entre sus brazos dándole un buen susto.
Cuando supo que sólo estaba durmiendo y que aquel casi desmayo era por cansancio, dejaron de practicar.
Pensó que no pasaría de nuevo ya que pasaron unos 3 días más, pero se equivoco.
Fue como llegando al final de una semana, cuando su Neteyam se acercó a él con pies de plomo, muerto de cansancio y desvaneciendose otra vez. Ao'nung se vio en la situación de tener que cargarlo y terminar la actividad en la que estaba colaborando así, para llevarlo a casa después.
Era un tanto cómico lo rápido que se acostumbró a los síntomas de su pareja, manteniéndose siempre tranquilo.
Lo había dejado en cama y acompañado un par de horas, antes de volver a sus actividades como jefe, dejando el regresar a casa para la noche.
El día siguiente llegó con presunta tranquilidad, despertandose ambos sin mucho problema.
— Buenos días — saludo de buen humor a su gatito, como todos los días. Neteyam le miraba perezoso y con ninguna intención de levantarse, haciéndolo reír — arriba, tenemos que llevar apuntes de provisiones y no hay nadie mejor que tu para eso — le animo a desperezarse, acomodandole todo el cabello hacia atrás para ver su carita dormilona.
— 5 minutos — pidió sin abrir los ojos, dejándose hacer de él. Se volvió a dormir por completo tan pronto como habló, sorprendiendolo.
Envidio un poco esa habilidad del Omatikaya para quedarse dormido de la nada.
Negó con diversión y decidió dejarlo por esos dichos 5 minutos, mientras se preparaba para salir. Neteyam se unió a él después de como media hora, provocándole risas.
Desayunaron algo y luego salieron de casa, tomando el mismo camino para ir hasta donde estarían todos los equipos de su pueblo, desde lanzas hasta redes.
