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Neteyam admiraba algún punto muerto en el techo, distraído y sintiéndose algo sólo.
Los años le habían pasado por encima mientras se daba la guerra, dejándolo agotado todo el tiempo... no tenía casi tiempo para descansar nunca, ya que a pesar de mantenerse lejos de la zona donde se iba a dar la guerra, era la isla un blanco para los humanos.
Y uno muy atractivo, al parecer. Ya que los habían estado atacando fuertemente durante unos largos 5 años.
Tenía un itinerario limitado, con el cual (por suerte), apenas podía pensar en su pareja y lo lejos que se encontraba de él. Se levantaba, preparaba de comer para Kateye y él, con el propósito de tener una pequeña charla los dos que siempre disfrutaba.
Su pequeño ya era un jovencito apuesto y educado, hablaba bastante bien... nadaba perfectamente y tambien sabia trepar, aunque esto último no dejaba que lo hiciera mucho, ya que significaba meterse al bosque y a Neteyam no le gustaba que estuviera metido allí. También, Kateye era bastante inteligente, ya que cuando tenía 5 añitos, aprendió a leer y contar con su ayuda.
Y no significaba que Neteyam le haya obligado a aprender eso o algo por el estilo, puesto que un na'vi realmente no necesitaba saber de letras y números. No, su hijo por si mismo le pedía que le enseñará, e insistía. No le daba tregua hasta que le enseñará algo nuevo.
Neteyam se preguntaba de dónde había sacado tantas ganas de aprender cosas, o de quien.
Cuando terminaba la mañana, el dejaba a su hijo con sus abuelos o Tsireya, quien recientemente estaba esperando un hijo con Lo'ak, mostrandose ambos muy felices con ello. Neteyam también los felicitaba y les deseaba lo mejor para su futura familia.
Se pasaba la tarde ayudando a la gente, entrenando y/o planeando ataques, siendo un hecho ya que habría humanos cerca tratando de atacar los refugios. Y no podían dejar eso pasar. En la isla metkayina había demasiado que se podía perder... y Ao'nung le había dado a la responsabilidad de proteger todo aquello hasta que regresará.
No podía permitirse el decepcionarlo o decepcionarse a sí mismo. Fallar no era una opción nunca.
Por la noche, estando exhausto casi siempre, (y más cuando debía de atacar algún navío humano) pasaba a buscar a Kateye, mentalizandose para ir por su niño con una gran sonrisa y buena energía. No quería por nada del mundo que su bebé le viera agotado, ya que este era muy perceptivo y atento. Neteyam consideraba que se merecía tener a su papá alegre y contento de verlo otra vez siempre.
Regresaban y le escuchaba con atención sobre cómo fue su día, dejando que desplegará su emoción sobre "pequeñas aventuras del pirata Kateye" cómo a este le gustaba decir, haciéndole reír. Sus travesías no eran nada más que juegos con otros niños, su tío Umiko, abuelos o Tsireya, creando escenarios ficticios para compararse con... su padre...
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✨️ 🥀 Hibiscus Flowers 🥀 ✨️
Hayran Kurgu《Kateye》 una palabra para referirse a una flor, las flores de Hibisco pandoriana. Significando Abundancia, alegría y bienestar. como su hijo, Kateye. Neteyam y Ao'nung ahora tenían un nuevo reto al cual enfrentarse todos los días, llamado "vida de p...