《Kateye》
una palabra para referirse a una flor, las flores de Hibisco pandoriana. Significando Abundancia, alegría y bienestar. como su hijo, Kateye.
Neteyam y Ao'nung ahora tenían un nuevo reto al cual enfrentarse todos los días, llamado "vida de p...
Nota de Autor: Representación visual de los gemelos
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- el fuerte capitán Kateye miraba por la costa nurdeste, guiándose por el maravilloso mapa del tesoro de scuartzul - susurraba un pequeño niño con emoción, antes de subirse sobre una mesa de laboratorio revolteando todo y tirando algunas cosas a su paso - ¡el tesoro llevaba hacia un príncipe y una princesa del mar! - gritaba con emoción, alzando una vara en el aire y haciendo reír a dos pequeños y tiernos bebés de forma risueña.
- capitan Kateye, te puedes caer de ese barco así que sería mejor que bajes de ahí - murmuró Neteyam con cariño, viendo como su hijo jugaba a su alrededor y el de los bebés.
Había pasado un día entero desde que nacieron los gemelos, siendo un niño y una niña, idénticos con todo y sus rayitas, ojitos u colita.
Se les había hecho un diagnóstico a ambos, dejando por hecho que estaban completamente sanos, siendo un par de bebés muy fuertes. Realmente eran unos lindos luchadores como él... aunque prefería no decirles así, más que en su mente.
Se encontraba reposando cerca de ellos, conectado a un suero para que pudiera recuperar fuerzas más rápido. Pues, con tantos esfuerzos de su parte se había debilitado demasiado y tenía estrictamente prohibido, moverse de ahí, de la camilla.
Le molestaba muchísimo el no poderse levantar y cargar a sus hijos... pero reglas, eran reglas.
- Kateye, baja de ahí o te vas a caer - escucho decir a Ao'nung, viendo como este ingresaba al laboratorio con un poncho ya seco en sus manos - ¿como te sientes mi amor? - preguntó este regalandole una sonrisa, antes de que se quejara en respuesta.
- de maravilla, ¿no ves? - murmuró, levantando su brazo con el suero. El alfa se sentó a su lado y lo hizo bajar la mano, entregándole el poncho después - quiero levantarme - prosiguió, recibiendo una caricia en su mejilla por parte de su pareja.
- pues lastimosamente para ti, ahí te vas a quedar hasta que nos vayamos de aquí - contestó Ao'nung con una sonrisa, provocando que se quejara más, haciéndolo reír - quejate cuánto quieras, cariño - susurro este, por lo cual se rindió y tan solo se abrigo con el poncho, sacándole la lengua - te salvas solo porque Kateye nos puede ver - susurro este mucho más cerca de su rostro, tomándole de las mejillas y haciéndole sonrojar.
