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Cierto alfa Metkayina despertaba temprano en la mañana, con el cabello revuelto y suelto, acompañado de un ceño fruncido y cierta incomodidad.Palpaba la cama a su lado hace tan solo un momento, solo para notar que su pareja omega no estaba allí, haciendo que se levantará de mal humor en su búsqueda, estirando los músculos de su cuerpo mientras avanzaba por la casa del árbol.
Ya llevaban un mes y una semana de haberse casado, siéndole un tiempo irremediablemente feliz ya que lo pasaba al lado de quien amaba, conociendo sus mañas, memorizando las rayitas azules en su lindo cuerpo y desdeandose los buenos días y las buenas noches sin faltas, cada día y cada noche.
Se dirigió al espacio que usaban normalmente para guardar comida, sin encontrarlo ahí y pareciendole extraño.
Y le parecía extraño, porque... su pareja había estado los últimos días comiendo comida de forma constante, a lo cual se veía a sí mismo interviniendo muy seguido.
Continuo su camino hasta ver dentro de un cuarto una colita pequeña y preciosa, moviéndose de un lado al otro despacio, al igual que la de un gato.
"Con que ahí estás", pensó.
Se acercó con toda la intención de agarrarlo haciendo de las suyas y comiendo, pero encontrándose en su lugar con que esté se sentaba alrededor de un canasto, tosiendo.
Estaba vomitando.
— mi amor — se acercó a él, acariciandole la espalda despacio y acomodandole sus largos cabellos en un moño para que no le estorbaran, buscando preguntarle algunas cosas — ¿Acaso comiste mucho? — trato de jugar, bromeando un poco para que no lo notase preocupado.
— Muy gracioso, Ao'nung... — se quejó este con evidentes náuseas y sin poder encararlo, manteniendo la carita cerca del cesto — me desperté así – respondió, llevándose una mano a las cienes obviamente angustiado y seguro, sintiéndose enfermo — siento que se me va a ir todo el estómago — balbuceo antes de tener algunas arcadas, volviendo a vomitar.
Ao'nung no pudo contener muy bien una ligera risita que se le escapó al escuchar lo último, haciéndole algo de gracia sin querer. No le sorprendería que este estuviese vomitando por comer mucho.
Aunque si Neteyam le decía que se despertó así... entonces así era, ya que aprendió que su pareja era el peor mentiroso del mundo hace ya mucho tiempo, así que simplemente no mentía.
Le acarició la espalda hasta que este se sintió mejor, con los ojos llorosos por el esfuerzo de estar vomitando, quien sabe desde que hora.
— ¿quieres que llame a Reya? — le pregunto, a lo cual este asentia vagamente y sin muchos ánimos, quedándose en su posición afligida. Ao'nung se acercó besando su mejilla, antes de reincorporarse e ir a la salida — no será difícil explicarle que te comiste tres platos de pescado de una vez — canturreo con la única intención de molestar a su pareja, escuchando como lo amenazaba a lo lejos haciéndolo reír.
Aveces, solo le era simplemente chistoso picarle la paciencia a su esposo.
Tomo su lanza de Olo'eyktan en mano, arreglando su cabello rápidamente antes de salir a buscar a la Tsahik, su hermana.
Camino por el pueblo saludando a algunos na'vi que le daban los buenos días al verlo pasar, causando que respondiera con modales ante cada hola de su gente Metkayina.
— Reya — llamó a su hermana, nada más entrar al sitio donde la Tsahik atendía constantemente a los enfermos. Siendo relativamente pocos, gracias a que eran gente pacífica y mayor mente sana.
Tsireya dio presencia, dándose a entender que estaba charlando, con su pareja Lo'ak en una habitación.
Ao'nung ignoró por completo la presencia del hermano de su esposo, metido en aquella dicha habitación.
— hermano — saludo esta, dándole la bienvenida — que raro verte por aquí, y tan temprano en la mañana — hablaba esta sorprendida por su presencia. Como Olo'eyktan, no tenía mucho tiempo para gastar en visitar a los enfermos, concentrado en actividades de caza o consejo constantemente. ¿Y su tiempo libre?, bueno. Ese ya tenía nombre.
Y se llamaba Neteyam
— pasaba para pedirte que revisaras a Neteyam, si puedes — respondió, siendo directo con su hermanita en que iba con rapidez. Se notaba a leguas que en realidad lo que quería era regresarse, no le gustaba dejar a su esposo solo y enfermo — desde que se levantó no ha parado de vomitar — prosiguió él, viendo como esta asentía.
— iré enseguida, no te preocupes — sonrió está calidamente, mostrando ese lado dulce y servicial suyo. Muy contrario al de él — dale frutas para que se recupere en lo que voy para allá — termino por decir, a lo cual asentia entendiendo.
Le agradeció y se despidió de ella, diciendo que la vería de nuevo en su hogar. Además, también se despidió de Lo'ak, para que entendiera que ya lo había visto ahí metido.
De esa manera, su camino devuelta a casa fue rápido y corto, adentrándose a la habitación donde antes estaba su pareja y encontrandolo de nuevo allí, sentado en el suelo.
Este parecía estar recostando la cabeza entre sus brazos, por encima del cesto. Decaído por las náuseas y probablemente harto de vomitar.
Le acarició la cabeza con cuidado, haciendo que lo viese con ojitos cansados y llorones.
— ¿todavía? — preguntó apenado por él, notando como asentia vagamente.
Su pobre ángel
Lo dejo allí y fue en busca de agua y algo de fruta, dispuesto a ayudarlo a recuperarse, mientras que dejaba su trabajo como Olo'eyktan para después.
Su Neteyam siempre le estaría primero antes que nada, así que el trabajo podía esperar.
Esperaron juntos hasta que su hermana hizo presencia, revisándo al Omatikaya y preguntándole que se sentía además de las náuseas.
Le ayudo lo suficiente como para que este dejase de vomitar, indicándole que debía comer cosas ligeras y con mucha agua para evitar que pasase otra vez. Neteyam tan solo le asentia a cada indicación, agradeciéndole a Tsireya por acudir en su ayuda.
Se despidieron de ella y se quedaron en silencio durante un rato, antes de que viese al ajeno con una sonrisita.
— si te burlas otra vez, me voy — amenazó de inmediato su pequeña fiera, haciéndolo reír.
Ao'nung estaba bastante seguro de que las náuseas se debían a la comida constante.
Sin tomar en cuenta que tanto comida como males matutinos, significaban una sola cosa.
Eywa lo iba a tener que librar de todo lo que se le iba a ir encima después.
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✨️ 🥀 Hibiscus Flowers 🥀 ✨️
Fanfic《Kateye》 una palabra para referirse a una flor, las flores de Hibisco pandoriana. Significando Abundancia, alegría y bienestar. como su hijo, Kateye. Neteyam y Ao'nung ahora tenían un nuevo reto al cual enfrentarse todos los días, llamado "vida de p...