《Kateye》
una palabra para referirse a una flor, las flores de Hibisco pandoriana. Significando Abundancia, alegría y bienestar. como su hijo, Kateye.
Neteyam y Ao'nung ahora tenían un nuevo reto al cual enfrentarse todos los días, llamado "vida de p...
Nota de Autor: Dibujito de Kateye con él dibujo que le hizo a sus papás.
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El día de la boda de Tsireya y Lo'ak ya había llegado, y ya todos estaban preparados para la ceremonia.
Bueno, casi todos
— Reya, te quiero y te respeto. ¡Pero soy un hombre! ¡un hombre! — escuchaba gritar a su gatito desde la habitación en la casa del árbol, siendo allí donde su hermana se preparaba en conjunto con Kiri y Tuktirey. Tenían a Neteyam metido en el lío pidiéndole que sea madrina — ¡no puedo ser una madrina! — se quejó este, haciendo que tuviera que aguantarse las risas para si mismo, hundiendo la cara en el enorme peluche de manatí que le hizo a su pareja, aguantandose.
— pero Neteyam, mi hermano será padrino del tuyo. Y me gustaría que fueran a la par — suplicaba esta, seguro juntando las manos y sonriendo como ella sabía hacer — ¿por favor? — pronunció, antes de que escuchase a su gatito quejarse desde dentro.
Tardaron un rato hablando más bajo y sin dejarle escuchar, hasta que su hermana salió con una sonrisa a todo dar, logrando su cometido crimen y mirándole.
— no puede ser — murmuró devolviéndole la mirada, sin creerse que hubiera convencido a Neteyam de ir como madrina a la boda. Esta tan solo le extendió una prenda indicada para el novio, haciéndole chistar y tomarla a medias, mala gana.
Habían elaborado un trato en el que ella hacía ir a Neteyam de madrina, para que en cambio el hiciera a Lo'ak ponerse una cinta ceremonial. Siendo esta algo muy "elegante" y que por supuesto, su cuñado no querría usar.
Aunque claro, en realidad a ningún novio metkayina le gustaba porque la veían muy fea o incómoda. Así que no sabía que le veían las mujeres.
— un trato es un trato — canturreaba esta con alegría, antes de acariciar su pancita de 7 meses muy feliz — más te vale que lo use, porque si no, mi cuñado sabrá de nuestro acuerdo — prosiguió está para no dejarle opción, sonriendo en victoria.
