31.- Todo lo que callamos.

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Sofía estaba a punto de decirme por qué lo había dejado con Juan.

—Estuve durante mucho tiempo deseando estar con Juan —empezó contándome Sofía—. Pero... te veía por el instituto, por el pueblo, te veía en la academia de baile, jugando al voleibol, al fútbol... y no sé por qué no podía dejar de mirarte... —continuó contándome Sofía— Siempre buscaba entre la gente, siempre estaba pendiente de lo que hacías; No quería hacerlo, pero no podía evitarlo, no sabía que me pasaba... —Sofía hizo una pausa— Así, durante muchos años... todo el mundo te conocía, todo el mundo menos yo... deseaba ser una de esas personas que se paraban a hablar contigo. Después empecé con Juan, era lo que yo deseaba —Sofía no dejaba de mirarme a los ojos, puso una mano sobre mi mejilla—. Pero aún seguía pendiente de ti... Después te conocí y me di cuenta de que deseaba más conocerte a ti que estar con Juan, que mi mayor deseo era conocerte. Empezamos a hablar, y...

—¿Y? —pregunté intrigada.

—Bella... cuando besaba a Juan, deseaba que fueras tú en vez de él... —Sofía bajó su mirada— Me asusté mucho al desear que me besases... nunca me había pasado esto con una chica... —puse mi mano bajo la barbilla de Sofía e hice que volviese a mirarme a los ojos— Necesitaba verte en todo momento, deseaba estar a tu lado, que me mirases, que me hablases, que me gastases bromas... necesitaba sentirte cerca... Quise reprimir todo eso que sentía por ti, creía que me estaba volviendo loca. Cada vez que besaba a Juan pensaba en ti, no podía ni acostarme con él... por que no dejaba de pensar en ti... —Sofía hizo una pausa— No era justo ni para él, ni para mí. Así que tomé la decisión de dejar a Juan y volví a lo de siempre, a intentar reprimir lo que sentía por ti, a convencerme a mí misma que no era posible que sintiese eso por ti... Cuando te vi en fiestas tonteando con Dylan... Bella, ¡me morí de celos! —exclamó Sofía— Aunque era lo normal, que te fijases en un chico. Tenía que asumirlo y quitar de mí ese sentimiento que tenía por ti; por eso empecé a tontear con Andrés.

—En ese momento me di cuenta de que sentía por ti mucho más que una amistad... Cuando sentí celos, no lo había pasado peor en mi vida hasta que te vi tontear con alguien —le confesé a Sofía.

—¿Por? —preguntó.

—En ese mismo momento me di cuenta de que estaba enamorada de mi mejor amiga... y darte cuenta de que te has enamorado de una chica, tu mejor amiga y hetero... Creí que todo terminaría ahí. No podía seguir siendo tu amiga, por que al final harías tu vida y eso me dolía, terminar con la amistad de mi mejor amiga... Perdía en el mismo momento a la persona que amaba y a mi mejor amiga... Pero en el fondo de mi corazón, por mucho que fuese a sufrir por ese amor... no podía alejarme de ti... creo que prefería tenerte en mi vida como amiga a no tenerte como nada... —me abrí con Sofía.

—Mi intención fue la de irme con Andrés... intentar sacarte de mi cabeza y mi corazón...

—¿Por qué no lo hiciste? —le pregunté.

—Por que... —Sofía empezó a reírse— Por que noté tus celos...

—¿En serio?

—Sí... —Sofía hizo una pausa— Te conozco demasiado y noté tus celos... Con quien quería irme era contigo, no con Andrés; ese fue el motivo principal, pero tarde o temprano tendría que hacerlo, puesto que tú y yo no tendríamos nada... las dos heteros... imagínate —dijo entre risas—. Pero al notar tus celos, fue lo que me decidió al 100% no irme con él.

—Y yo deseaba que no te fueses con él... —le confesé a Sofía— Pero no sé, nena... no entiendo cómo hemos llegado a esto...

—¿El qué no entiendes? —me preguntó sorprendida.

Mi destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora