Apagué la luz de la habitación, nos tumbamos en mi cama, empezó la película y salió su título.
—¿Todos los días de mi vida? —me preguntó Irene.
—¿La has visto?
—No...
—¡Que fuerte, no has visto mi película favorita! —exclamé.
—Me alegro de no haberla visto, por que así la veo por primera vez contigo.
—¡Que bonito te ha quedado!
Estuvimos viendo la película. En un momento miré a Irene para ver si le estaba gustando o no y estaba completamente inmersa en ella, parecía que le gustaba. La película terminó, apagué la tele y encendí una lamparita que tenía en la mesita de noche.
—¿Te ha gustado? —le pregunté.
—Acaba de convertirse en mi película favorita. ¿Es cierto que está basado en hechos reales? —me preguntó.
—Sí.
—Él me recuerda a ti...
—¿Perdón? —pregunté extrañada.
—No físicamente, idiota —respondió Irene riéndose.
—Eso lo suponía, pero no sé a qué te refieres...
—Su forma de ser, su forma de querer...
—Pero si tú no sabes cual es mi forma de querer... —le dije a Irene.
—Aunque ocultes tus sentimientos, te hagas la dura... yo he sabido ver mas allá de lo que muestras y sé cómo es tu forma de querer... Sé cómo te preocupas por las personas a quien quieres, sé que serías capaz de cualquier cosa por alguien a quien quieres de verdad... Sé que si tú vivieses una situación así, no te rendirías jamás, lucharías hasta el final por la persona que amas. Que si una persona que estaba enamorada de ti pierde la memoria que ni te reconoce, ni volverá a recuperar la memoria... serías capaz de volver a enamorar a esa persona como si se tratase de la primera vez.
—Joder, que expectativas más altas tienes sobre mí —le dije riéndome.
—No, es que tú de desvaloras, que es diferente... ¡Dime que es mentira!
—¿Qué es mentira el qué? —le pregunté.
—¿Que lucharías hasta el final por quien amas? ¿Que volverías a enamorar a la misma persona día tras día? y que cuando esa persona estuviese enamorada de ti, seguirías enamorándola todos los días de tu vida —no dije nada—. Quien calla, otorga... —dijo Irene riéndose.
Seguimos tumbadas en la cama, Irene se puso de medio lado, se incorporó un poco y puso su cabeza sobre su mano que tenía el brazo apoyado sobre la almohada.
—Bella —me dijo mirándome a los ojos.
—¿Sí? —dije mirándola.
—Sé que hemos pasado una tarde increíble y que la noche también lo está siendo. Sé que hay algo con respecto a mí que te ronda la cabeza...
—¿Por qué dices eso? —le pregunté.
—Por que te conozco, si no te rondase algo la cabeza me habrías llamado sin dudarlo... y no que ha tenido que hacerlo tu madre.
—Simplemente no quería ser un estorbo para nadie.
—Si fuese eso, te mataría en este mismo momento. Pero sé que no es eso... —Irene hizo una pausa— ¿Qué escuchaste exactamente esta mañana?
—¿Cómo?
—Esta mañana, cuando Sofía y yo discutíamos, ¿Qué fue lo que escuchaste?
Irene sabía que algo había escuchado, pero no me apetecía abordar su tema en estos momentos.
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Mi destino.
RomanceHay personas que están destinadas a estar juntas, no importa nada más. Lo que Bella nunca se imaginó es que su destino la llevase a conocer a una chica que pondría todo su mundo del revés. Todo lo que conocía hasta ese momento, todo lo que sentía...