Sofía y yo estábamos besándonos.
—Esto... ¿Qué tal? —le pregunté sobre el beso— ¿Una mierda no? —di por hecho.
—¿No te ha gustado? —me preguntó.
—A mí sabes que siempre me encantan tus besos, me refería al mío... —Sofía me cogió por mi camiseta, me acercó a ella y volvió a besarme.
—¿Esto contesta a tu pregunta? —me preguntó sonriendo— ¿Cómo estás?
—Bien... —soné poco convincente.
—Dímelo, sé que te callas para no hacerme sentir mal, pero quiero saber cómo estás.
—Me duele la cabeza pero estoy bien.
—Deberías descansar, te conozco y seguro que no has dormido nada... —Sofía había dado en el clavo.
Sofía me llevó a mi casa, nos despedimos con un beso y subí a mi habitación. El ambiente en casa estaba raro, nadie hablaba con nadie, mi hermano no aparecía por casa, tan sólo para dormir. Me costó coger el sueño, pero al final conseguí dormirme. A la mañana siguiente me volvieron a despertar las voces de mi hermano y de mi madre. Me vestí, salí de la habitación pero mi hermano ya se había ido. Cogí mi móvil y vi que tenía un WhatsApp de Irene.
Irene: Bella, ya me lleva Rosa de camino a la estación.
Bella: Ok, pero creo que vais con la hora muy justa...
—¿Mamá qué pasa? —le pregunté acercándome a ella.
—Tu hermano sigue quitándome dineros de la cartera... ¡Bella habla con él, por favor! —me suplicó mi madre.
Me fui a dar una vuelta para despejar mi mente, mi móvil sonó y era otro WhatsApp de Irene.
Irene: Bella, hemos pillado atasco, no creo que llegue a tiempo y perderé el AVE. Intentaré llegar pero está difícil...
De repente las palabras de Sofía resonaron en mi cabeza, cuando me dijo que algo le pasaría para no volverse hoy. Me estaban entrando unas ganas tremendas de fumarme un porro, pero intenté calamar esa ansiedad por fumar, me decía a mí misma que podía controlarlo. Le mandé un WhatsApp a Sofía.
Bella: Tenías razón, Irene no viene hoy...
Sofía: Te lo dije... no quiero que sufras, pero tenía que decirte lo que pienso. ¿Qué excusa te ha puesto?
Bella: Que han pillado atasco y que no llegarían a tiempo a la estación.
Sofía: Tengo que reconocer que esto no me suena a Irene... Esto es algo que Rosa ha hecho adrede, salir con la hora justa. Rosa sabe perfectamente que saliendo ahora pillaría atasco... Rosa ha sabido hacerlo bien, se queda a Irene un día más allí, pero sin que se note que lo ha hecho adrede. Irene pensará ¿Qué culpa tiene Rosa de que haya habido atasco? Rosa ha sabido hacerlo muy bien.
Bella: Creo que tienes razón.
Me di una vuelta por el parque de mi barrio y volví a casa. Estando en casa al rato llegó mi hermano y mi madre fue enfilada a por él pero me puse delante de ella y le pedí que tuviésemos la fiesta en paz por un rato, que yo hablaría con él.
Desde por la mañana tenía unas ganas enormes de fumarme un porro, tenía esa necesidad que tenía hacía un par de años cuando fumaba a diario. Llamé a Alba y le propuse quedar para fumarnos unos porros en la sierra. Pasamos la tarde fumando porros y aunque los porros me afectaban y cambiaban mi forma de ser, en esta ocasión no pasé de Sofía, al contrario, mantenía una conversación de WhatsApp con ella.
—¿Sofía sabe que estás fumando? —me preguntó Alba.
—No. ¿Preocuparla por un par de porros? Además estoy bien... —le respondí entre risas.
ESTÁS LEYENDO
Mi destino.
RomansaHay personas que están destinadas a estar juntas, no importa nada más. Lo que Bella nunca se imaginó es que su destino la llevase a conocer a una chica que pondría todo su mundo del revés. Todo lo que conocía hasta ese momento, todo lo que sentía...