Cuando aún no podía reconocer la silueta que se acercaba a nosotras, esa persona nos habló y pronto reconocí su voz.
—Bella ¿Qué haces? —preguntó Sofía y al escuchar su voz, automáticamente escondí el porro y Sofía llegó hasta nosotras— No lo escondas... a parte de que lo he visto, no hay nada más que veros las caras... —entonces saqué mi mano de detrás del banco— Bella ¿Qué estás haciendo? —preguntó Sofía de nuevo.
—¿Por qué preguntas lo evidente? —le respondí irónicamente.
—No te reconozco... —dijo Sofía muy seria.
—Pues esta soy yo...
—¿Desde cuando fumas porros? —me preguntó sorprendida.
—Desde hace muchos años, mucho antes de conocerte a ti.
—¿Conmigo has fumado?
—Alguna vez, pero sólo cuando no hemos quedado, cuando he estado contigo no lo he hecho nunca —le expliqué a Sofía.
—¿Irene lo sabe?
—No —respondí y le di una calada al porro.
—¿Pero vas a fumar en mi cara?
—¿Cuál es el problema?
—Bella, ¿tú te has visto? ¿Os habéis visto las caras que lleváis? Alba, ¿Cuánto habéis fumado?
—¿Por qué le preguntas a ella? —le pregunté a Sofía.
—Por que tú no me vas a decir la verdad —me contestó.
—¿Y qué te hace pensar que Alba sí lo hará? —Alba no sabía dónde meterse.
—Por que si es tu amiga y te quiere, no me mentirá.
—Chs... —chisté.
—Alba, contéstame —le pidió Sofía a Alba.
—Hoy sí es verdad que nos hemos pasado un poco, pero Bella, desde que os conoce a ti y a Irene ya no fuma como antes —le dijo Alba a Sofía intentándome salvar un poco.
—¿Y tengo que creer que ya no fuma como antes?
—Sofía, te lo digo en serio...
—No insistas, no te va a creer... —le dije a Alba.
—¿Por qué haces esto? —me preguntó Sofía— ¿Por qué te drogas?
—Alaaaaaaaa, ¡exagerada! —exclamé— ¡Que son sólo unos porros, que no me pincho ni me meto nada!
—¡Es droga! —exclamó Sofía enfadada.
—Sí y el tabaco también es droga y no me dices nada. El alcohol también es droga y bebemos...
—¡Bella, no me jodas! ¿Por qué haces esto? —me preguntó Sofía de nuevo.
—¡Por que quiero!
—Bella... —dijo Alba.
—¿Qué?
—Sofía, Bella no está bien... —le dijo Alba a Sofía.
—Alba, ¿te puedes callar? —le dije a Alba.
—No Alba, por favor no te calles —le suplicó Sofía.
—Bella, estaba muy nerviosa, notaba como hay algo que la está destrozando por dentro, quería evadirse de todo y bueno... —Alba hizo una pausa— No es algo que haga por primera vez, de hecho antes lo hacíamos a diario, no es para tanto...
—¿A diario? —preguntó Sofía muy sorprendida.
—Sorpresa... —dije vacilando.
—Bella, ¡No me vaciles! —exclamó Sofía.
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Mi destino.
RomanceHay personas que están destinadas a estar juntas, no importa nada más. Lo que Bella nunca se imaginó es que su destino la llevase a conocer a una chica que pondría todo su mundo del revés. Todo lo que conocía hasta ese momento, todo lo que sentía...