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Jagger
╚══≪ •❈• ≫══╝—Muchas gracias por su tiempo. —La mujer frente a mí sonríe y se despide amablemente de la misma forma en la que saluda a Paul y a Dwane que entran a mi oficina.
Suspiro dejándome caer contra el respaldar de la silla y soltándome la corbata.
—¿Nada?
—Ni mierda —respondo —. Ninguna tiene experiencia suficiente y necesito a alguien para la otra semana.
—Déjalos con tu mamá —sugiere Paul.
Niego.
—No les gusta ir allá y mamá sola, con ellos, no puede. Menos con Jared, y... —veo el recordatorio que anuncia mi laptop —. Me cago en la puta.
—¿Qué?
—Jared tenía terapia hoy. —Me paso las manos por la cara.
—Pásala para la otra semana. —Alzo la vista hacia Dwane —. Ah, cierto, no estás.
—Jagger, contrata a la que sea mejor y ya...
—No —interrumpo a Paul—. No los dejaré con cualquier fulana que diga que cuida niños. —Me sirvo un trago de whiskey —. Si Jared no fuese tan complicado, lo haría, pero Jared es... Jared.
—¿Y qué hay de esa mujer que los llevó a casa?
Frunzo las cejas.
—Trabaja en un restaurante.
—No todas las personas que trabajan en restaurantes lo hacen porque no tengan estudios —dice Paul y tengo que darle la razón —. Además, según dijiste, les cayó bien. A los dos.
—¿Y eso qué?
—Jagger —murmura Dwane —. Tu hijo con muchos costos acepta quedarse con alguno de nosotros y dijiste que con ella estaba riéndose esa mañana que llegaste. Quizás tenga experiencia con niños.
—No los dejaré con ella —murmuro con cansancio, dando por zanjado el tema —¿A qué vinieron?
—Qué humor de perros, ¿hablaste con tu con chica secreta para relajarte? —Dwane levanta las manos cuando volteo a verlo.
No me gusta hablar sobre eso y lo sabe.
—Tenemos luz verde para la construcción en Palm Bay —interviene Paul y agradezco que cambie el tema a algo que realmente importa —. En estos días que has estado ausente me encargué de dar las ideas que pensamos para el nuevo hotel y ayer se concretó la compra del terreno. —Saca de la carpeta que trae en las manos la copia de un cheque
—¿Y los planos?
—Ya están, ¿vas a revisarlos? —niego.
—No tengo tiempo —respondo —. Revísalos tú, asegúrense que todo esté bien y si hay algún cambio, me avisan.
—Jagger...
—No puedo desatender a mis hijos por la empresa, Paul —lo interrumpo —. Ni por una construcción beneficiosa, ni por miles de hoteles más. Mis hijos son eso, míos y soy lo único que tienen —ninguno dice nada —. Están por encima de todo.
Ambos asienten.
—Necesito que alguno de los dos los vea la otra semana.
—Mira, yo amo a tus hijos —empieza a Dwane —. Pero, hombre, Jared me detesta y lo sabes.
—Lo jodes mucho, esa es la cosa. —Sonrío, burlón.
No es cierto, sé que Jared es complicado. A veces yo tampoco puedo con él

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Inefable
RomansaGenevieve, a pesar de ser optimista , alegre y carismática, siempre ha pensado que ser adulta es una mierda, lo confirma cuando después de haber tenido un empleo exitoso, queda desempleada, con deudas que pagar, un padre enfermo y una madre ama de c...