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Genevieve
╚══≪ •❈• ≫══╝—Todo está muy bonito, mi amor —dice mamá viendo el lugar.
Desde ayer en la tarde todo está listo y ordenado. Las mesas para dos o cuatro personas tienen todas un florero en el medio, igual que aquellas cercanas a los dos ventanales enormes. Las paredes están decoradas con abejitas, sus rastros y decoraciones exagonales que representan las celdas de sus panales. Los letreros de «café» o con distintos mensajes positivos adornan la pared también, junto con cuadros referentes, e incluso, algunas imágenes de Costa Rica. Además, hice un pequeño rincón para fotos, cuyo fondo parece tropical, con un letrero luminoso que tiene una abejita seguida de la palabra «feliz», dando el mensaje de «sé feliz».
Sonrío satisfecha.
Hoy en la noche debo hacer unos cupcakes y galletas para la pequeña inauguración que haré mañana, obviamente haré más bocadillos y no solo serán dulces, aunque esa es ciertamente la escencia del lugar.
—Estoy orgulloso de ti, Vee —dice papá a través de la llamada.
Él se quedó en casa, dijo que si viene mañana entonces qué para qué tenía que venir hoy. Viejo amargado.
—Esto no hubiera sido posible sin ustedes. Esto no es mío, es suyo.
Mamá voltea a verme con dulzura y me sonríe antes de acercarse y sujetarme de las mejillas.
—No, Genevieve, no te quités crédito —me dice, hablándome en español —. Este es tu sueño y tu papá y yo solo te dimos un empujocito para que terminaras de cumplirlo. —Los labios me tiemblan y mis ojos se humedecen —. Esto es tuyo.
Me limpia las lágrimas con los pulgares y se pone de puntillas para darme un beso en la frente.
—Par de lloronas —se burla papá en la llamada.
—Cállate, Lucien. —Lo regaña mamá haciéndome reír —. Te veo en casa, cualquier cosa me avisas —papá le da una respuesta antes de colgar la llamada.
La abrazo antes de que la puerta se abra, y luego, un par de bracitos están rodeándome la pierna.
—¡Mami Vee! —Mamá se aleja y comparte una mirada conmigo en la que denota ternura por la forma en la que Hope me llama. Le sonrío a Jagger que está de pie en la puerta con las manos en los bolsillos de su short, vigilando a Jared que se ha tirado al suelo a jugar con sus trenes —. Hola, mamá — saluda Hope a mi madre, que hace una mueca con los labios, completamente enamorada de la niña.
La entiendo, yo también lo estoy.
—Hola, cielito. ¿Cómo estás?
—Bien. Estábamos con la mujer mala —responde y yo volteo a ver a Jagger —. Ella dice que es mami, pero Vee es mami, porque Vee va a casa y se queda con nosotros. Ella no.
Mamá comparte una mirada conmigo y luego ve a Jagger, que le da una sonrisa de labios cerrados.
—Papi —lo llama Hope —. Vee es mami, ¿verdad?
Mi cuerpo se tensa, igual que el suyo y mamá parece que se hace chiquita ante la tensión que se acumula en el lugar. Sé que a Jagger ya no le incomoda tanto que sus hijos me llamen de esa forma, pero Hope nunca le ha preguntado directamente qué soy. Ella solo lo asume, ella solo me llama mami y ya.
—¿No quieres que hagamos galletas, Hope? —pregunta mamá, rompiendo la tensión y notando que Jagger está aún procesando las palabras de su hija.
—¡Sí! Hacemos para papá y papi, ¿podemos? —mamá asiente —¿Nos dejas, Vee? Puedo hacer galletas para tú.
—Sí, mi amor, ve con mamá a hacer galletas.

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Inefable
RomanceGenevieve, a pesar de ser optimista , alegre y carismática, siempre ha pensado que ser adulta es una mierda, lo confirma cuando después de haber tenido un empleo exitoso, queda desempleada, con deudas que pagar, un padre enfermo y una madre ama de c...