Inefable

Capítulo 41

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Genevieve
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Me despierto antes que Jagger y aprovecho para observarlo un rato. Creo que no hay momento en el que Jagger luzca más relajado que cuando duerme. Ni siquiera parece ese hombre serio que suele aparentar que es. Le doy un beso suave en la mejilla y me levanto, envuelta en la sábana para ir al baño. Antes de bañarme debo salir de la habitación y de la casa para ir a traer mi ropa al auto.

Mujer precavida vale por dos y yo sabía muy bien que no volvería a mi casa hasta hoy.

Paso rápidamente por la habitación de los bebés y sonrío al ver que siguen dormidos. Quizás me dé tiempo de ducharme y hacerles el desayuno.

Al volver a la habitación de Jagger me doy cuenta de que ya no está en la cama, pero sí en el baño.

—¿Puedo pasar?

Se asoma en la puerta.

—Me dejas follarte las tetas y, ¿ahora me preguntas si puedes entrar a bañarte conmigo?

Me encojo de hombros.

—Una vez me dijiste que siempre se puede decir que no.

—Yo nunca te diría que no, dulce.

Sonrío, terminando de quitarme la ropa.

—Mmm, ¿fingimos que la vez que me echaste de tu casa nunca existió?

Forma una línea con los labios y abre más la puerta corrediza para dejarme entrar con él a la ducha. Sus manos no pierden tiempo y se posan en mi cadera, pegándome a su cuerpo húmedo y mojado.

El agua cae sobre nosotros, mojándolo más a él y humedeciendo mi cuerpo. Paso mis manos por su torso hasta que las dejo encima de sus hombros.

—Contigo me siento cómoda—admito, ganándome un ceño fruncido de su parte.

Desde ayer que Laura y Charles sugirieron que yo no solo quería a Jagger, no dejo de pensar en ello. Nunca he sido miedosa y siempre me ha gustado expresar y decir lo que siento, pero por alguna razón, decírselo a Jagger sí me aterra un poquito. Quizás porque él es como es.

Sé reconocer lo que siento y sé que mis sentimientos por Jagger van mucho mas allá de quererlo. Lo mismo me pasa con sus hijos. Todo es mucho más con ellos. Sé que tengo un corazón de pollo cuando de niños se trata, pero en todo ese tiempo que trabajé con ellos, nunca ninguno me hizo sentir de la forma en la que Hope y Jared me hacen sentir. Y si hablamos de su papá... ni siquiera hay palabras.

Suspiro con pesadez, envolviendo mis brazos alrededor de su cuerpo y recostando mi cabeza en su hombro.

A veces creo que siento demasiado por las personas.

Y en este caso, siento demasiado por Jagger.

No sé si sea apresurado, pero creo que es momento de dejar de negármelo, aunque sea a mí misma y admitir que... lo amo.

Esa es la verdad, amo a Jagger con todo y su lado amargado y gruñón, pero sin duda, lo que más amo y me enamora de él, es cuando deja caer sus barreras y se muestra como lo que es en realidad: un dulce. Según él, eso es lo que yo soy, pero es que este hombre no se ha visto de la manera en la que yo lo veo. Este hombre no sabe lo mucho que me encanta verlo cuando para él, no existe nada más que sus hijos.

Lo amo por como es él, pero también por la manera en la que soy cuando estoy con él.

Lo amo porque incluso cuando le cuesta, ha aprendido a abrirse, a hablar y a sanar aquello que lo molestaba.