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Jagger
╚══≪ •❈• ≫══╝Sonrío viendo a Genevieve a mi lado. El cabello negro y abundante le cae sobre el rostro, cubriéndole la mitad. Se lo aparto con delicadeza sin querer despertarla. Luce tan tranquila, para nada como la Genevieve nerviosa que me ha mostrado estos días. Aún no logro descifrar qué carajos le pasa o porqué parece que me oculta algo. Es tedioso, porque es ella quien normalmente intenta saber qué está jodiéndome, no al contrario.
No soy idiota, ocultármelo, sea lo que sea, le molesta, porque ella siempre habla y no lo está haciendo.
Acaricio su pómulo y le doy un beso en el mismo lugar antes de levantarme de la cama e ir al baño, para después salir de la habitación y bajar. Los juguetes de Hope y Jared siguen en el suelo desde antier que estuvieron aquí. Si estuvieran en casa en este momento, ya tendría la televisión puesta, reproduciendo vídeos del Vagón Azul. Es decir, el tren de Thomas en versión real. Sonrío casi sin quererlo, como sucede siempre que pienso en ellos.
—¿Qué me ves? —le pregunto al perro, echado cerca de la cocina, que me observa. Genevieve suele reírse y decir que Lobo soy yo y me resulta gracioso porque parece un juego de palabras lleno de burla —. Traeré a Jared y Hope pronto.
Ante la mención de su nombre el perro ladea la cabeza.
—Vamos, no seas haragán y levántate a comer —murmuro sirviéndole un poco de alimento antes de disponerme a lavarme las manos y hacer desayuno para Genevieve y para mí.
La casa se siente vacía sin el ruido generado por mis hijos y una vez más, me digo mentalmente, que los traeré de nuevo a casa.
Escuchar ayer que Hope hizo saber lo mucho que extrañaba su casa, esta casa, me hizo sentir aliviado. Porque que ella hablara, que ella lo dijera, nos beneficia y quiero creer que determinado el momento, agilizará el proceso para poder traerlos de regreso. Alice, la abogada, me hizo saber que lo más seguro es que esta vez haya un juicio. Aunque preferiría si no hay ninguno. No quiero hacer esta mierda más complicada y grande de lo que ya es. Solo quiero a mis hijos de vuelta.
Hago unas tostadas, corto unas frutas y agrego un poco de miel. No hago la gran cosa porque parece que a Genevieve todo le cae mal.
Sirvo el café para ella y para mí, y con todo listo, subo las gradas para llevarle el desayuno.
Si alguien me viera en este momento, me haría el motivo de sus burlas.
Cuando entro a la habitación, Genevieve ya está sentada en la cama, con la sábana cubriéndole las tetas y el cabello cayéndole sobre los hombros. Sonríe apenas me ve y me agradece por la comida. Hablamos mientras desayunamos, le cuento un poco sobre todo lo que hablé con la abogada antes de que ella llegara, y ante el nombre de la mujer lo que hace es rodar los ojos.
—¿En serio ahora está diciendo que yo soy mala para los bebés?
—Dulce, sus palabras valen mierda cuando Hope y Jared pueden demostrar lo contrario con solo tenerte cerca.
—Pero ¿y si eso afecta que te den su custodia?
Frunzo las cejas y la observo.
—Alice sugirió que podríamos demostrar que lo nuestro es serio.
—¿Y no crees que vean mal el hecho de que yo fui su niñera? —Llena un trozo de pan de miel y se lo mete a la boca.
—Eres mi novia ahora —sujeto su mentón para que me vea a los ojos —. Eso y que los niños te vean como lo hacen, es todo lo que debe importar.
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Inefable
Roman d'amourGenevieve, a pesar de ser optimista , alegre y carismática, siempre ha pensado que ser adulta es una mierda, lo confirma cuando después de haber tenido un empleo exitoso, queda desempleada, con deudas que pagar, un padre enfermo y una madre ama de c...