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Jagger
╚══≪ •❈• ≫══╝Abro la puerta, extrañado.
Hay música en la casa cuando se supone que no debe de haber nadie aquí. Aún no son las doce, lo que quiere decir que los niños siguen en el kínder.
Debo tomar una respiración profunda cuando al terminar de entrar, lo primero que veo es Genevieve de espaldas con el culo enfundado en una licra negra larga y moviéndose al ritmo de la canción que suena. Tiene la escoba en la mano y los juguetes de los bebés están todos recogidos en una esquina mientras parece bailar con la escoba.
Me es imposible no recorrerle el cuerpo, así como también, evitar que mis ojos sigan los movimientos de sus caderas al ritmo de la canción que suena como un reggaetón. Me meto las manos en los bolsillos del pantalón y cierro la puerta con el pie. Sin dejar de verla. Ni siquiera se ha dado cuenta de que estoy aquí, y no me molesta que no lo sepa, porque disfruto de la vista que tengo delante.
El cabello, negro y brillante, recogido en una cola, se mueve hacia los lados. Y no sé qué me atrae más, si el ritmo que lleva con la canción, su culo moviéndose o su cabello largo.
Pero todo eso pasa a segundo plano cuando se gira y su torso, cubierto por nada más que un top negro es todo lo que veo. Los pezones, junto con los piercings, se le notan debajo del top y el pecho le sube y le baja con pesadez. Las tetas se le ven más grandes por lo presionadas que están y por más que quiero apartar la vista para no incomodarla, no puedo.
—¿Qué haces aquí? —pregunta agitada, bajando el volumen de la canción.
Tiene pelo pegado en la cara y en el cuello por lo agitada que está.
—Vine por unos papeles —respondo, aclarándome la garganta y viéndola a los ojos. Negándome a bajar la vista otra vez —... unos... planos. Los olvidé. —Sacudo la cabeza —¿Qué haces tú aquí tan temprano?
Inspira profundo y deja la escoba a un lado para soltarse y volver a recogerse el cabello. Eso me permite verle el tatuaje que tiene en la costilla. Esta vez, lo veo mejor. Sí son dos corazones y uno de ellos parece mal hecho.
—Salí antes del gimnasio y quise venir para ordenar un poco antes de ir a recoger a los niños. —Sonríe y yo frunzo el ceño —. Aunque si venir mientras ellos no estén te parece un problema...
—No —la interrumpo —. No es un problema, solo que no tienes que limpiar la casa, para eso le pago a alguien.
—Bueno, tampoco voy a cuidar a los niños en el desorden que ellos mismos hacen —sonrío un poco —. Jared hoy en la mañana, antes de irnos, botó todos los legos.
Ninguno de los dos habla más, pero no estoy seguro de que necesitemos hablar cuando parece que su mirada y quizás la mía dicen todo.
Joder, no puedo verla de la forma en la que estoy viéndola.
—Voy a... —me aclaro la garganta —. Voy a buscar los papeles.
—Sí, sí... yo voy a terminar aquí y... eso.
Le doy un asentimiento leve antes de ir a la oficina que tengo en casa, la escucho en la sala recoger los juguetes mientras busco lo que necesito, solo que parece que no lo dejé aquí. Quizás lo dejé en la cocina, después de todo anoche que los niños se durmieron me quedé ahí trabajando. Voy con la vista fija en celular, por lo que no me percato que Genevieve viene saliendo del baño del piso de abajo y terminamos chocando.
Parece que duré más de lo que pensé en la oficina, porque Genevieve ya está bañada. El cabello lo tiene húmedo y... está envuelta en una jodida toalla que no hace mucho por cubrirla. El agua le recorre el cuello y se pierde en medio de sus pechos, que debo obligarme a no ver.
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Inefable
Lãng mạnGenevieve, a pesar de ser optimista , alegre y carismática, siempre ha pensado que ser adulta es una mierda, lo confirma cuando después de haber tenido un empleo exitoso, queda desempleada, con deudas que pagar, un padre enfermo y una madre ama de c...