Capítulo 56

2.7K 342 113
                                    


Escuchen Beautiful Boy de John Lennon.

╔══≪ •❈• ≫══╗
Jagger  
╚══≪ •❈• ≫══╝

Camino de un lado a otro, pasándome las manos por la cara y suspirando frustrado cada cinco segundos.

Genevieve me observa, me habla, me llama, me dice que me siente y... no le hago caso. Ni a ella ni a mi mamá ni a ninguno de mis amigos.

No puedo sentarme.

No puedo quedarme quieto cuando lo único que quiero hacer es salir corriendo de aquí, ir a buscar a mis hijos y llevármelos lejos.

Intento ser positivo, intento creer que todo lo que se ha dicho hoy me beneficia y hará que me los devuelvan, pero tengo miedo. Tengo miedo de que no funcione, tengo miedo de que Keren una vez más se salga con la suya.

—Jagger. —Mi mamá se posiciona delante de mí, cortándome el camino —. Jagger. —Me niego a verla, siento que si lo hago voy a explotar y no quiero perder la cordura ahora. Me sujeta una mano y me obliga a verla —¿Recuerdas cuando ella se fue y me llamaste asustado diciendo que no sabías que hacer? —Asiento —. Mira hasta dónde has llegado, cielo. Mira todo lo que has hecho por ellos. Mira todo lo que has logrado por ti, por ellos, por darles una buena vida. Ahí dentro demostraste que son tuyos, mi amor. Ahí en muy pocas palabras dejaste en claro que eres el único papá que conocen y no pueden quitártelos cuando ellos piden estar contigo.

Asiento y mi madre lleva sus manos a mi rostro.

—Eres todo, tienes todo, pero te falta creer más, Jag. No dejes que la mente te juegue sucio y te haga creer que no eres suficiente. Porque para mí, para ellos, para Genevieve y ese bebé, eres suficiente —ella tiene los ojos llenos de lágrimas que no deja caer —, y hoy saldremos de aquí con su costudia. Ve con ella. — Señala con su cabeza hacia Genevieve, que habla con Jess y aunque sonríe, veo la preocupación en su rostro.

Faltan diez minutos para que nos hagan entrar a la sala de nuevo y se están volviendo los diez minutos más eternos de mi vida. Le sonrío a Genevieve cuando me ve y me acerco a ellos. Ella habla acerca de una receta y Jess la escucha atentamente.

—¿Puedo robarme a mi novia?

—¿Por qué? ¿Temes que te la robe yo? —ruedo los ojos ante las palabras de Dwane.

—¿Crees que deberíamos ir con los niños a pedir dulces el fin de semana? —pregunta Genevieve cuando estamos lejos de los demás —. Puedo hacerles los disfraces junto a mamá. Creo que Jared amaría uno de Thomas el tren y Hope podría ser una princesa. O quizás Boo. Ella se parece a Boo —ríe —, podemos usar el carrito de Jared, hacerlo pasar por un vagón de tren. —Dice en español —. Por Rojo. Y llevarlo ahí sentado mientras Hope pide dulces —vuelve al inglés —, sería un buen regalo, ¿no crees? Y quizás tú puedas disfrazarte de... ¿conductor de tren? Y yo puedo ser Celia Mae, para combinar mi disfraz con el Hope. Así puedo usar un vestido verde.

Cuando habla así, de la nada y sin callarse o detenerse a coger aire, es porque está nerviosa.

—¿Podemos llevarlos? ¿Alguna vez los has llevado a pedir dulces? ¿Crees que quieran ir? —sigue hablando —, mamá y papá siempre me llevaban. Luego yo empecé a ir a fiestas. Hay una fiesta el viernes, Lau y Charles me invitaron, pero si tenemos a los bebés, entonces no quiero ir. Quiero estar con ellos también y... —sujeto sus mejillas y la beso.

Necesito que se calle un segundo, aunque sea. Tengo bastante ya con mi propia mente jodiendome y aunque amo escucharla hablar, ahorita solo siento que necesito un momento de paz. Tengo los nervios de punta. Siento que todo me estresa, todo me altera y solo necesito... esto. Besarla, tocarla y tenerla cerca.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora