╔══≪ •❈• ≫══╗
Genevieve
╚══≪ •❈• ≫══╝—¿Con quién hablas? —cuestiona mamá con genuina curiosidad.
—Con Max.
Deja de pasar su mano por mi cabello, lo que me hace alzar la vista para verla. Ella me observa con seriedad y yo le sonrío, haciéndole ojitos para que vuelva a acariciarme el pelo.
—Tú y Max, ¿qué? ¿Piensan volver?
—No —respondo sin dudar.
—Saliste con él el sábado, lo viste ayer y ni siquiera llegaste a dormir, Genevieve.
—Mamá —me levanto de sus piernas y me siento en el sofá, girándome para verla a los ojos —. Que me acueste con Max no quiere decir que vamos a volver. Max es demasiado coqueto con todo el mundo y yo no pienso volver a un lugar donde dudaba de mí misma.
—Si esto es por sexo...
—No es eso, a pesar de todo, Max es un buen amigo y no es que nos veamos en esos términos de coger. —Mamá hace una mueca ante mi palabra, me encojo de hombros —. No nos vemos para eso todo el tiempo, solo que a veces una tiene necesidades, mamá, y no he encontrado a nadie que las satisfaga.
Con mi mamá no me da vergüenza hablar de esto o de esta manera, siempre hemos tenido confianza y ella siempre me ha dado la seguridad para poder contarle lo que quiera y de la forma que quiera. Y lo hago, menos que trabajo para una aplicación en la que hablo y cumplo de cierta manera las fantasías de los hombres. Eso sí me daría vergüenza decírselo.
Y lo peor es que de no ser por Jagger, ese trabajo en esa jodida aplicación sería todo el ingreso económico que tendríamos por quien sabe cuánto tiempo.
—Niña, por amor a Dios. —Me rio —. Solo ten cuidado, Vee. Esas relaciones donde todo es solo sexo casual a veces salen mal.
—Ya te dije que Max y yo no, mamá.
—Ahora, cuéntame bien eso de que te quedaste sin trabajo, pero tienes otro.
—Ah, sí... es que resulta que nadie más y nadie menos que Jagger Hawke vio el espectáculo que me monté en el restaurante ahora temprano y pues... me dijo que me esperaba mañana para que cuidara a sus hijos.
—¿Irás? —asiento.
—Necesitamos el dinero, mamá. Y teniendo en cuenta que renuncié, no van a darme liquidación en el restaurante.
—Es que solo a ti se te ocurre.
—¡Mamá! No iba a darle el poder de despedirme cuando yo no hice nada malo.
—Le dijiste carepicha, Genevieve. —Me regaña y su acento me hace soltar una carcajada.
—Se lo merecía.
—Eso no quita que esa sea una palabra vulgar y horrible para decir.
—Esa palabra es un diario vivir y resuelve todos mis problemas cuando la digo.
Mamá rueda los ojos, pero no me discute más.
—Entonces... ahora vas a trabajar cuidando a los hijos de un hombre que dices te cae mal.
Me encojo en hombros.
—Ni siquiera voy a verlo a él, pasaría sola con los niños.
—¿Y qué harás mientras los bebés estén en el kínder?
—Venir aquí, a pasar tiempo con mis papás.
Mamá entrecierra los ojos, como si no me creyera.
—Qué ganas de tenerte aquí todo el día.

ESTÁS LEYENDO
Inefable
Любовные романыGenevieve, a pesar de ser optimista , alegre y carismática, siempre ha pensado que ser adulta es una mierda, lo confirma cuando después de haber tenido un empleo exitoso, queda desempleada, con deudas que pagar, un padre enfermo y una madre ama de c...