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Genevieve
╚══≪ •❈• ≫══╝—Ha puesto al menos tres bandejas de galletas en el horno —susurra papá.
O él cree que susurra.
—Ya sé —murmura mamá —. Pero no me dice nada.
—Yo creo que le gusta el papá de los bebés.
Ruedo los ojos y dejo de prestarles atención.
Cualquier cosa que pudiera estar sintiendo por Jagger queda muy en el fondo después del fin de semana. Cualquier cosa que le haya dicho a Max ayer que lo vi, es mentira, excepto que Jagger es un imbécil, un idiota, un carepicha y muchísimo más, porque eso sí es verdad. Tanta mierda, tanta mierda para que al final se le encogieran los huevos y no poder verme a los ojos y decirme realmente qué significaba lo que hicimos.
Porque yo sé, yo sentí, que no fue solo sexo. Lo que ocurre entre él y yo no es solo tensión, no son sólo ganas de quitarnos la ropa y hacer todo aquello que hicimos y todo aquello que, según él, dijo que me haría.
El simple recuerdo de eso último me pone los vellos de punta. Porque recuerdo precisamente en qué momento me dijo que «lo haríamos la próxima vez» y me gustó. Me rio, él habló de una próxima vez y luego, no podía ni verme a los ojos.
Idiota, idiota y mil veces idiota.
Y yo.
Yo también soy una idiota porque sabía perfectamente que Jagger era como era y aún así me acosté con él.
—Ve a hablar con ella.
—Te estoy diciendo que no quiere hablar, Lucien.
—Marge, tu hija que nunca se calla, ¿no quiere hablar?
—Los escucho, ¿saben? —murmuro acomodando las galletas que ya están hechas —. No son nada disimulados.
—No queremos ser disimulados, queremos saber qué te pasa —dice papá.
—No me pasa nada.
—Tu ex vino el domingo y ayer. Salió contigo y volviste, los dos días, con los ojos rojos —sigue diciendo papá —¿Algo que quieras contarnos?
—Lucien, déjala —murmura mamá, quien me está viendo desde la sala —. Pero, cielo, ¿estás bien?
—Está horneando galletas desde que llegó, obvio no está bien.
—Papá, ¿tú fuiste idiota con mamá?
—¿Fui idiota contigo, Marge?
Pero ya sé la respuesta. No fue idiota con ella, al contrario, él fue a Costa Rica a buscarla, se quedó con ella ahí por unos meses, y luego, volvió por ella. Mi papá no fue idiota, mi papá sabía lo que quería, siempre lo tuvo claro y fue por ello, sin dudarlo.
—No, no fue idiota conmigo —responde mamá —¿A qué viene esto, Genevieve?
—Me dijiste que tuviera cuidado cuando empecé a cuidar a los bebés —mamá frunce los labios —. Pero resulta que no fui nada cuidadosa.
—Genevieve...
—Esa es mi señal para ir a dormir —murmura papá. Hoy no está de viejo perezoso y usa su andadera para irse a la habitación, mamá lo acompaña y cuando vuelve, lo que hace es abrazarme.
—¿Qué pasó? —susurra.
—Me acosté con Jagger —susurro, pero en un tono demasiado bajo que no sé si me escucha —. Y amo mucho a sus hijos —vuelvo a susurrar, limpiándome las lágrimas porque desde el sábado que lo dejé en el hotel, lloré.

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Inefable
RomanceGenevieve, a pesar de ser optimista , alegre y carismática, siempre ha pensado que ser adulta es una mierda, lo confirma cuando después de haber tenido un empleo exitoso, queda desempleada, con deudas que pagar, un padre enfermo y una madre ama de c...