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Capítulo 9

Tópicos de los mensajes de texto

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Han Yi estaba recostado en la silla de una librería, leyendo un libro cuando el celular que llevaba en el bolsillo de su pantalón vibró de repente, no le dio importancia y simplemente lo ignoró, sus largos dedos pasaron suavemente una página del libro, sus ojos se movían constantemente leyendo el contenido del libro, y su celular volvió a vibrar. Han Yi dejó el libro y sacó su celular, mirándolo. Dos mensajes.

Pegajoso:
「 Han Yi, ¿tienes tiempo ahora? 」

Pegajoso:
「 Hay una pregunta que no entiendo muy bien. 」

Han Yi:
「 No. 」

Han Yi tiró el celular a la mesa despreocupadamente y siguió leyendo el libro, después de leer unas cuantas líneas, involuntariamente miró el celular, puso los ojos en blanco y volvió a tomarlo.

Han Yi:
「 ¿Cuál pregunta? 」

Pegajoso:
「 Es la última pregunta del problema tres de la página 27 del libro de matemáticas. El profesor ha hablado de ello, pero sigo sin entenderlo por completo... 」

Han Yi:
「 Haz una foto y envíamela. 」

Pegajoso:
「 ¿Ah?, ¿cómo la envío?, ¿cómo se envía eso por mensaje? 」

El celular que usaba Han Yi era un smartphone, pero el de Chen Tianhe era de teclado normal y corriente, que no tenía la función de enviar fotos, y sólo podía enviar MMS, y QQ no era popular en aquella época.

Han Yi:
「 Olvídalo, escribe la pregunta. 」

Han Yi pensó que Chen Tianhe tendría que teclear unos minutos, pero no esperaba recibir respuesta tan pronto como envío el mensaje, era una pregunta extensa, parece que Chen Tianhe ya había tecleado la pregunta antes, así que, ¿para qué me pregunta si tengo tiempo?, pensó Han Yi.

Aunque no dejaba de quejarse de Chen Tianhe en su mente, tecleó sinceramente la solución en detalle, hablando de esto, nunca había visto a una persona tan estúpida que no pudiera resolver un problema tan sencillo. Hizo clic en "enviar".

Pegajoso:
「 ¡Ya lo entendí! Gracias. Por cierto, hay otra pregunta que no entiendo... 」

Han Yi:
「 Envíala. 」

Han Yi miró la pregunta que llegó en cuestión de segundos, que Chen Tianhe había escrito por adelantado, ¿verdad? Pero Han Yi todavía envió su propia solución, temiendo que Chen Tianhe no lo entendiera, la escribió deliberadamente de una manera muy común.

Han Yi pensó que debería estar bien después de terminar las dos preguntas, pero entonces Chen Tianhe envió otro mensaje de texto, uno tras otro, y una hora estaba casi terminando, y la expresión de Han Yi era como si hubiera pisado caca de perro, pero la había pisado a propósito.

......

¡Chen Tianhe, que estaba en su casa, estaba tan feliz de que Han Yi fuera tan amable!

¡Aprendí a resolver los problemas y las explicaciones eran muy claras y fáciles de entender! Parece que Han Yi todavía es capaz de preocuparse por sus compañeros, mmm, entonces le llevaré galletas el lunes.

Cuando la madre de Chen Tianhe entró para trapear el suelo, vio a su hijo sonriendo y le preguntó:

- ¿Qué pasa?, ¿te ha hablado Han Yi un poco más?, ¿estás muy feliz por eso?

- No, no, Han Yi me enseñó a resolver unos problemas de matemáticas, no sé cómo responder a varios de ellos, así que me ayudó, creo que probablemente sólo está siendo irónico y pretendiendo ser genial, pero en realidad es bastante simpático, ¿no?

- Mmm, es posible, pero no deberías quitarle mucho tiempo a los demás, ellos también deben estudiar.

- ¡Mmm, lo sé! Mamá, ¿todavía tienes esas galletas de la última vez? Quiero llevar algunas a la escuela el lunes.

- Sí, están en la alacena de la cocina, donde están los bocadillos.

......

El examen mensual de Han Yi, seguía siendo algo natural, así que no vino a la escuela para estudiar antes del examen, sino que esperó hasta media hora antes del examen para entrar al salón, Chen Tianhe, que ya estaba esperando que llegara el examen, sacó inmediatamente una pequeña caja de galletas de su mochila, cuando vio llegar a Han Yi, se la puso alegremente en la mano:

- Esto es para tí.

- No la quiero. - Han Yi quiso devolverle la caja de galletas, pero Chen Tianhe puso inmediatamente las manos detrás de su espalda, y Han Yi la puso directamente en su pupitre, sin inmutarse.

Chen Tianhe abrió la mochila de Han Yi y metió en ella las galletas, diciendo con la cabeza alta y justificando:

- Si no te las doy, no podré aprobar el examen.

¿Qué clase de razonamiento es este?

Cuando Han Yi reaccionó, Chen Tianhe ya se había levantado de su pupitre y dirigido al salón de exámenes, así que Han Yi también tuvo que ir para allá.

Después del examen, siempre hay un grupo de personas en la clase que se reúnen para compartir sus respuestas.

"¿Qué elegiste en la segunda pregunta?"

"Elegí la a."

"Yo también elegí la a."

"Ah, sabía que debía elegir la a, ¡pero al final la cambié, estoy muy enojado!"

"¿Cuál fue tu tema para la redacción?"

"Probablemente mi tema está mal."

"Yo también creo que estoy mal."

"No lo creo, creo que es un buen tema."

"No sé, depende de qué piense el profesor."

A Han Yi no le interesaba ese tipo de comportamiento, pues acababa de esforzarse con una sola pregunta y suponía que al final había acertado. Recogió su mochila y salió del salón, lejos del "barullo de los cuervos".

Cuando llegó a la puerta de la escuela, su tío Li aún no había llegado, quiso sacar su celular para ver la hora, pero vio la caja con galletas en su mochila, hizo una pausa y dudó sobre qué hacer, cuando el tío Li llegó, salió del auto y se acercó a él, preguntando:

- ¿De un compañero de clase?

Han Yi murmuró suavemente y volvió a guardar las galletas.

- Puedes comerlas si son de tu compañero de clase, es bueno hacer algunos amigos en la escuela.

- No necesito amigos.

El tío Li miró su espalda y sacudió la cabeza, todavía era un niño, ¿qué había pasado para volverse tan frío?

Si fue por el accidente automovilístico de su padre, ya había pasado tanto tiempo que las heridas que había que curar, ya deberían haber sanado. Si sigue así, al tío Li no le preocupa si él mismo llega a sufrir en el futuro, pero teme que Han Yi sufra.

Cuando Han Yi regresó a casa y terminó de comer, volvió a su habitación y abrió su mochila, y lo que vio fue la caja de galletas, la sacó, miró el bote de basura y estaba a punto de tirarlas cuando, de repente, recordó la inocente sonrisa de Chen Tianhe, abrió la caja y encontró un papelito dentro, con las palabras "Gracias, Han Yi" escritas, con una carita feliz.

Las comisuras de la boca de Han Yi se levantaron sin dejar rastro, y ni siquiera él se dio cuenta de que estaba sonriendo desde el fondo de su corazón. Quitó el extraño envoltorio, dio un mordisco y la galleta le sabía deliciosa.