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Capítulo 57

Hacer el villano

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Han Yi reservó boletos para el autobús de las ocho de la mañana, y tardarían seis horas en llegar a la ciudad junto al mar.

Han Yi y Chen Tianhe llevaban cada uno una mochila mientras caminaban por la abarrotada estación de tren, Han Yi tomó de la mano a Chen Tianhe y le dijo con cierto pesar:

— Debería haber reservado el boleto antes.

Cuando el tren entró en la estación, la sala de espera se llenó inmediatamente de gente, que espontáneamente formó una larga fila para subir al autobús. La mano derecha de Han Yi sujetaba en todo momento la mano izquierda de Chen Tianhe, temiendo que fuera atropellado por aquellos imprudentes.

Después de dejar sus cosas, Han Yi se giró y vio a Chen Tianhe bostezando, probablemente porque hoy se había levantado demasiado temprano y no había dormido lo suficiente. Han Yi cerró la ventana y le dijo:

— Si tienes sueño, duérmete, yo vigilaré las cosas.

— Mmm. — Chen Tianhe se acomodó, cerrando los ojos y durmiendo de lado, con la cara hacia la ventana, con una mano sosteniendo la ropa de Han Yi.

Han Yi miró la mano que tiraba de su camisa, sonrió ligeramente y se inclinó para depositar un beso en su frente. En ese momento, el pasajero del asiento de enfrente regresó de baño y vio la escena.

No parecía sorprendido, miró a Han Yi durante unos segundos y luego asintió cortésmente con la cabeza, se sentó en su asiento sin volver a verlo, después se puso sus audífonos y se concentró en su teléfono celular.

Al principio, Han Yi pensó que era increíble que aquel pasajero, que parecía no tener una edad muy diferente a la suya, no se sorprendiera al ver semejante escena, sino que actuara con normalidad. Esto no es muy común.

Han Yi no se dio cuenta hasta que vio regresar a otro pasajero que se sentó al lado del joven anterior. Resultó que también se trataba de una pareja del mismo sexo. Su novio le abrazó y él le besó en el cachete en cuanto regresó, ignorando por completo a Han Yi, aunque en ese momento fingía estar jugando con el celular.

Que casualidad. Probablemente debería ir a comprar un billete de lotería.

Era mediodía cuando Chen Tianhe se despertó, y Han Yi compró dos cajas de arroz.

Las dos personas sentadas enfrente también compraron cajas de arroz.

Cuando Chen Tianhe los vió, los saludos cordialmente:

— Eh, ¿también van de vacaciones?

— Sí, ¿ustedes también? — Wang Mengmeng comenzó a hablar con Chen Tianhe. — ¿Cuántos años tienen? Nosotros vamos a pasar a tercero.

— Pronto estaremos en nuestro primer año de secundaria superior. ¡Esta vez iremos a la playa!

— ¡Qué casualidad! ¡Nosotros también! ¿Han reservado un hotel? Nosotros decidimos venir de improviso, y hay demasiada gente, se nos olvido reservar una habitación de hotel, quizá tengamos que pasar la noche en la playa. - Dijo Wang Mengmeng bromeando.

Chen Tianhe miró a Han Yi y le dijo:

— Han Yi, por favor, llama y pregunta si queda alguna habitación en el hotel que hemos reservado.

De mala gana, Han Yi sacó el celular e hizo una llamada. Regresó unos instantes después y le dijo directamente al novio de Wang Mengmeng, Chen Qing:

— Queda una habitación King size, ya te la reservé.