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Capítulo 75

No importa si el abuelo no está de acuerdo

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Chen Tianhe llevaba media hora mirándose delante del espejo, pero no se cansaba, ¡no se veía para nada guapo! Así que fue al armario por otro conjunto de ropa y quiso cambiarse, pero Han Yi, que estaba a un lado, sentado en la cama, no pudo evitar tirar de él:

— Tianhe, este conjunto está bien.

— ¿En serio? Pero no creo que sea adecuado. Sólo dame un par de minutos, ¡te prometo que estaré listo en un momento! — Entonces Chen Tianhe se quitó la ropa y se cambió rápidamente, y como era de esperar, él seguía sin estar satisfecho.

Chen Tianhe frunció un poco el ceño:

— Han Yi, ¿qué debo hacer?, esto tampoco me convence, ¿cuál crees que es mejor?

Han Yi se levantó, se acercó a él y le dijo:

— No te preocupes por esos detalles, de todos modos, no es la primera vez que lo ves. Vámonos, sino llegaremos tarde a cenar, el tío Li acaba de llamarme, ya está abajo esperándonos.

Finalmente, Chen Tianhe decidió ponerse el uniforme azul y blanco de la escuela, y Han Yi también se puso el uniforme, pero los dos se sentían completamente diferentes.

Han Yi sonrió y miró a Chen Tianhe unas cuantas veces mientras salían de la casa, y dijo bromeando:

— Mmm, te queda bien el uniforme, pareces más joven.

— ¿Cómo qué más joven?, ¡soy joven! Parezco joven con todo lo que me ponga, no como tú, que pareces un viejo.

Han Yi se echó a reír y lo abrazó por los hombros, alargando la mano para pellizcar su blanca y tierna cara:

— Mmm, aún tienes la piel tierna.

Chen Tianhe apartó su malvada mano:

— No te comas mi tofu.

Los dos se sentaron uno al lado del otro en el asiento trasero del auto, mientras que el tío Li se concentraba en conducir. Pero Han Yi no dejaba de burlarse de Chen Tianhe con las manos, tocándole la cintura y frotándole el estómago, haciendo que Chen Tianhe se avergonzara y enojara, pero sin atreverse a hablar en voz alta por miedo a que el tío Li descubriera sus pequeños gestos.

— Tianhe, tienes la cremallera abierta.

Por reflejo, Chen Tianhe bajó la cabeza para mirar la cremallera, pero no estaba abierta, estaba a punto de levantar la cabeza y regañar de nuevo a Han Yi por bromear, cuando de repente, Han Yi bajó la cabeza y se abalanzó sobre él para darle un beso en los labios.

Tras el beso, Han Yi fingió sentarse erguido y mirar al frente, como si no fuera él quien acababa de atacarle. Chen Tianhe estaba tan enojado que alargó la mano y le retorció los muslos con tanta fuerza que Han Yi no pudo evitar gritar.

El tío Li se giró hacia él y le preguntó:

— ¿Qué pasa?

— Nada. Me mordió la lengua.

Chen Tianhe estaba feliz consigo mismo. Humph, crees que soy tonto, ¿verdad? Han Yi se inclinó hacia su oído y le susurró:

— No te des por satisfecho demasiado pronto, lo pasarás bien por la noche.

Chen Tianhe tragó con fuerza, Han Yi no iba a volver a hacerlo esta noche ¿verdad?... ¡No quiere hacerlo! Todavía le dolían las nalgas, y ni quiera podía levantarse, además los chupetes de su cuerpo no habían desaparecido, especialmente en el interior de los muslos y el pecho, daban un poco de miedo a la vista, pero por suerte no se había dejado ninguna marca alrededor del cuello, de lo contrario, hoy le habría dado vergüenza mirar a la gente.