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Capítulo 90

El abuelo tiene dos nietos

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Hacía tanto tiempo que el abuelo Han no estaba tan feliz, así que arrastró a su nieto y a su aprendiz al supermercado para comprar comida, diciendo que quería cenar juntos. Chen Tianhe también estaba feliz, y siguió al abuelo Han por el supermercado, tomando una col grande a su izquierda y unas cuantas papas a la derecha, metiéndolas en el carrito una tras otra, pensando que debido a que su maestro iba a quedarse a cenar, tenía que cocinar en mayor cantidad.

— Discípulo, esta noche te daré uno de mis mejores platillos, papas ralladas en vinagre y col estofada.

— ¡Sí! Pero maestro, no le he preguntado, ¿por qué alquiló una habitación en el piso de arriba de mi casa?, ¿no se supone que vive en una de esas villas de clase extraordinariamente alta?

El abuelo Han agitó la mano y dijo con una sonrisa:

— Sólo quiero encontrar un lugar limpio y sin interrupciones para descansar un rato y rememorar los viejos tiempos.

Han Yi empujaba el carrito de compras detrás de él, y se quedó completamente al margen, así que tuvo que seguirlos en silencio, no comprendía, ¿cómo es que Chen Tianhe tiene tanto de qué hablar con su abuelo? Pero, cuando Chen Tianhe y él salían a pasear por el parque en las noches, Chen Tianhe solía saludar a todos los ancianos que pasaban.

Es un hombre que puede hablar con todas las edades y con todos los sexos.

Después de pagar, había dos grandes bolsas llenas de cosas, el abuelo Han tomó la iniciativa de levantar una bola, mientras que la bolsa restante fue levantada naturalmente por Han Yi, y Chen Tianhe, al ver esto, inmediatamente y con entusiasmo, agarró las cosas de la mano del abuelo Han.

— Maestro, no la levantes.

El abuelo Han estaba a punto de elogiar a Chen Tianhe por su comprensión pero cuando le entregó la bolsa, vio que Chen Tianhe puso la bolsa en la otra mano de Han Yi, y le dijo con expresión seria:

— Toma, Han Yi, así podrás equilibrar las dos manos.

El abuelo Han se rió tanto que las arrugas de sus ojos se hicieron más profundas. ¡Mi discípulo es muy inteligente!, ¡parece que mi nieto no lo intimidará en el futuro! Han Yi es un hombre muy impersonal, y parece un cubo de hielo, por lo que al abuelo Han le preocupaba que los dos no se llevaran bien, pero ahora, ¡parece que su discípulo tiene todo bajo control!, ¡es verdad que una cosa lleva a la otra!

Han Yi les siguió con una enorme bolsa llena de cosas en ambas manos, con la cara ennegrecida, mientras ellos hablaban alegremente y lo ignoraban, él sospecha seriamente que parece haberse convertido en el guardaespaldas de los dos.

Al llegar a casa, el abuelo Han se puso a trabajar en la cocina, mientras Chen Tianhe le ayudaba, y Han Yi, que no sabe nada, sólo se quedó leyendo revistas financieras en su estudio mientras mordía con rabia una manzana.

Al cabo de un rato, Chen Tianhe abrió la puerta y se asomó como un pequeño mono, se acercó y Han Yi lo miró de reojo, manteniendo una expresión distante, no quería perdonarlo tan rápido, lo habían estado ignorando durante mucho tiempo, así que quería que se sintiera como él se sintió.

Han Yi llevaba unos minutos sentado frente al escritorio, pero Chen Tianhe seguía sin hacer nada, sólo se quedó quieto detrás de él, mirándolo leer su libro.

Cuando Chen Tianhe vio a Han Yi leyendo tan seriamente, pensó para sí: ¡No puedo molestarlo! Así que se dio la vuelta e intentó salir con cautela.