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Capítulo 98

La manera correcta de conquistar a Chen Tianhe

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Después de dormir en el sofá durante una semana, Han Yi finalmente no pudo soportarlo más, era tan doloroso ver y no comer, pero la clave era que Chen Tianhe se paseaba deliberadamente por delante de su cara para seducirlo, era tan difícil conseguir un beso, pero Chen Tianhe le daba la espalda en cuanto terminó, alejándose.

¿Tenía que seguir durmiendo en el sofá durante tres semanas? Han Yi se sintió fatal cuando pensó en ello, probablemente iba a convertirse en monje, si esto sigue así, tarde o temprano desarrollará una enfermedad interna. Tenía que pensar en una solución.

El primer movimiento es la tentación de la comida. Como dice el refrán, para capturar el corazón de un hombre, primero hay que capturar su estómago, y esto no podía ser más cierto en el caso de Chen Tianhe que ama comer snacks. En cuanto terminaron las clases por la tarde, Han Yi llegó pronto a casa y empezó a preparar una suntuosa cena, para crear ambiente, incluso compró una botella de vino tinto y casi puso velas. Esto resultó ser bastante útil, porque los ojos de Chen Tianhe brillaron al ver la comida y se abalanzó sobre la comida, barriéndola de la mesa.

Después de comer, a Han Yi se le rompió el corazón, cuando vio el vino sin abrir. ¿Por qué no se lo bebía Tianhe? Debería haberlo abierto y decirle que era un desperdicio no beberlo, ¡entonces Chen Tianhe se lo bebería sin duda! Ahora se ha comido todo el cebo, pero el pez no está enganchado.

Chen Tianhe se frotó la redonda barriga, eructó y dijo:

— Han Yi, vamos a dar un paseo cuando termine de lavar los platos. ¿Por qué has cocinado tanto hoy?

— Por nada... sólo quiero ayudarte con tu alimentación.

— Woah, Han Yi, eres tan dulce. — Chen Tianhe se puso de puntitas y le dio un beso en la mejilla antes de alejarse...

El primer movimiento fue declarado un fracaso, el segundo, es la tentación de belleza, Han Yi confiaba en su propio cuerpo, después de todo, su paquete de ocho abdominales no era falso. Por la noche, Han Yi se desnudó a propósito en el baño y, de pie ante la puerta cerrada, gritó. — ¡Tianhe!, ¡Tianhe!, ¡tráeme una toalla! — Chen Tianhe llegó y llamó a la puerta con la toalla, Han Yi abrió la puerta rápidamente e intentó abrazar a Chen Tianhe.

Sin embargo, falló. Chen Tianhe lo esquivó con un rápido movimiento, luego le tiró la toalla a la cabeza. — Ve a bañarte, todavía intentas atacarme. — Después de decir eso, se alejó.

Han Yi apretó los dientes, no se lo creía, pensó en otros trucos mientras se bañaba, y sólo cuando terminó, se dio cuenta de que se le había olvidado traer su pijama, era otra oportunidad. Han Yi ocultó su emoción y fingió calma mientras gritaba de nuevo:

— ¡Tianhe!, ¡¿puedes traerme mi pijama?!

¿Por qué no responde?, ¿Tianhe se ha ido?, ¿dónde se habrá metido?

— ¡Tianhe!, ¡ayúdame con mi pijama!

Después de unos segundos, por fin escuchó una fuerte respuesta de Chen Tianhe desde la puerta de al lado:

— ¡Han Yi!, ¡estoy en el baño de al lado!, ¡puedes salir y buscarla tú mismo!

Bueno, si salía desnudo y su intención era demasiado obvia, probablemente sería regañado por Chen Tianhe y podrían prohibirle ir a la cama durante otro mes, lo que daba miedo de sólo pensarlo. Han Yi aún no se atrevía a correr el riesgo. Han Yi extrañaba mucho al tonto e ingenuo Chen Tianhe del pasado, pero ahora Chen Tianhe había crecido y era mucho más ingenioso y menos propenso a caer en trucos.

¡No pasa nada! ¡Existe el truco definitivo! Chen Tianhe estaba casi indefenso ante su propia ternura, ¡si tan sólo se dejara engatusar por él mismo, sería capaz de meterse en la cama! Después de ducharse, Han Yi se acostó en la cama y esperó a que Chen Tianhe se acercara. Al cabo de un rato, Chen Tianhe bostezó, entró en el dormitorio y dijo:

— Han Yi, ¿por qué no sales? Me voy a dormir.

Han Yi mostró una sonrisa mimada y dijo suavemente:

— Tianhe, te extraño y quiero abrazarte, saldré cuando termine de abrazarte.

Chen Tianhe se subió amablemente a sus brazos y le abrazó, diciendo:

— De acuerdo, puedes salir ahora que has terminado de abrazarme.

Han Yi se negó a soltarlo y continuó con su tierno ataque, acariciándole el cabello con una mano y sujetándole la cintura con la otra, diciéndole deliberadamente en voz baja al oído:

— Tianhe. Te extraño mucho. ¿Me dejarás dormir contigo esta noche? Te prometo que no haré nada, sólo te abrazaré y dormiré contigo y estaré satisfecho, de verdad, no estoy mintiendo. ¿De acuerdo?

— No.

No te creo esa mierda.

— Tianhe, he estado teniendo problemas para dormir estas últimas noches, y siempre abrazo a alguien a mi lado, pero ahora me encuentro con que no estoy abrazando nada. — Han Yi decidió empezar a vender su miseria. — Realmente no puedo dormir bien sin ti a mi lado. Tianhe, si de verdad hago algo, échame de la cama y prometo no defenderme.

Después de pensarlo, Chen Tianhe dijo:

— De acuerdo, pero ya quedamos en que no me vas a tocar ni comer, ¡o te echaré de la cama!

— Bien, bien, prometo que no haré nada.

Han Yi se rió en su interior y pensó: ¡Esto sigue funcionando, vamos a ver qué pasa si lo beso tan fuerte hasta que pierda todas sus fuerzas!

Al cabo de media hora más o menos, Han Yi echó un vistazo a Chen Tianhe y dijo. — Bueno, está dormido. — Entonces, la mano malvada de Han Yi se metió en la pijama de Chen Tianhe y tocó su piel suave y tierna, una sensación que hacía tiempo que le faltaba. La mano de Han Yi palpó su cintura y su espalda y, al cabo de un rato, estuvo a punto de montar una pequeña tienda de campaña debajo de sí mismo, pero Chen Tianhe aún no se había despertado.

Han Yi acercó audazmente su mano a la entrepierna de Chen Tianhe y justo cuando estaba a punto de apretar, Chen Tianhe de repente le dio un golpe en la cabeza:

— ¡Sabía que no tenías buenas intenciones!, ¡ahora te he atrapado!, ¡bribón!, ¡pervertido!

— Tianhe, Tiange, sólo quería rascarte para aliviar la comezón, acabo de ver mosquitos volando en tu ropa...

Antes de que Han Yi pudiera terminar sus palabras, Chen Tianhe lo pateó hasta el fondo de la cama.

Han Yi se cubrió la entrepierna con expresión de dolor: Cariño, me vas a matar...

Habiendo fracasado en sus tres intentos, Han Yi sólo pudo volver a dormirse en el sofá con desdicha. Pero justo cuando se acostó a dormir, Chen Tianhe salió de repente y preguntó:

— Han Yi, ¿hoy es 31?

— Sí, ¿por qué?

— Parece que es el último día del mes.

— Sí, espera... ¿Qué quieres decir con eso? — Han Yi estaba muy feliz, ¡Chen Tianhe quería decir que este era el final de un mes!, ¡los dioses lo están perdonando!, Han Yi saltó emocionado del sofá y abrazó a Chen Tianhe, dándole tres vueltas en el mismo lugar.

Hizo que Chen Tianhe se mareara, le dio unas palmaditas y le dijo:

— No des vueltas, no des vuelta, me acabo de marear.

— Tianhe, entonces puedo esta noche...

— ¡Tiene una gran imaginación!, ¡aún no ha pasado un mes!

Han Yi estaba en el sofá mirando la hora cada cinco minutos, esperando a que pasaran las doce y pronto fuera la una. En cuanto la hora de su celular cambió a las 00:00, corrió inmediatamente a la habitación y se metió en la cama tranquilamente. Han Yi besó a Chen Tianhe suavemente en la mejilla y luego le abrazó, preparándose satisfecho para una buena noche de sueño.

En ese momento, Han Yi sintió que la persona que tenía en sus brazos se acercaba y le rodeaba la cintura con los brazos.