Capítulo 29

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El pequeño secreto de Chen Tianhe

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Han Yi llevó a arreglar la llanta de la bicicleta, mientras Chen Tianhe empujaba una de las bicicletas y comía helado con la otra mano, intentó darle un mordisco, pero estaba muy frío, luego sacó la lengua y lo lamió de nuevo. ¡Umm es tan dulce y delicioso!

Han Yi lo miró y le dijo intencionalmente en tono burlesco:

— ¿Por qué te comportas como un niño?, ¿puedes sólo lamerlo o sólo morderlo? Realmente no puedo soportarlo, ¿puedes comértelo más rápido?

El mecánico de bicicletas estaba seriamente arreglando el neumático con la cabeza gacha.

— Métete en tus asuntos. — Dijo Chen Tianhe, acercando pícaramente su helado, quería burlarse de Han Yi, pero éste se acercó rápidamente, abrió la boca y mordió su helado.

Chen Tianhe miró hacia abajo y vio que quedaba la mitad de su helado.

— ¡Han Yi, ¿realmente te lo estás comiendo?!

— ¿Por qué no me lo comería si me dejas hacerlo? Además, ¿qué importa? Nos hemos besado indirectamente muchas veces...

Antes de que las palabras de Han Yi salieran por completo de su boca, la palma de la mano de Chen Tianhe ya le cubría con fuerza, y observó rápidamente de izquierda a derecha.

Chen Tianhe respiró aliviado y señaló deliberadamente a Han Yi con una mirada agresiva:

— No digas tonterías, ¿me escuchas?, ¿y si te escucha otra persona?

— Sí, te escucho, y que me escuchen.

El mecánico de bicicletas puso la bicicleta en el lado derecho, la limpió, se quitó los guantes y le dijo a los dos jóvenes:

— Aquí tienen. Son 3 yuanes.

Han Yi sacó un billete de 20 yuanes del bolsillo de su pantalón y se lo dio, le dio las gracias y estaba a punto de ayudar a llevar la bicicleta, cuando Chen Tianhe se acercó rápidamente y dijo:

— Esta es mi bicicleta, la tuya está allí.

Han Yi pensó: Nunca había conocido a nadie que fuera tan bueno "cruzando ríos y derribando puentes¹".

Los dos hablaban mientras pedaleaban lentamente uno al lado del otro por la carretera. Hacía tanto frío que las orejas de Chen Tianhe se pusieron rojas como las de un conejo, con el cabello alborotado, Han Yi respiró profundamente, aceleró la velocidad, y Chen Tianhe le siguió ágilmente.

Se dice que las mujeres maduran antes que los hombres, pero los adolescentes de 14 o 15 años ya están en crecimiento, y a veces Chen Tianhe puede escuchar a algunos de los jóvenes más altos de la clase hablar de algunos temas relacionados con la pubertad, e incluso sonreír con fascinación.

Pero cada vez que Chen Tianhe sentía curiosidad y quería escuchar, todos se dispersaban o hablaban de otros temas. Así que Chen Tianhe seguía muy confundido sobre lo que estaban hablando.

Sin embargo, cuando le preguntaba a Han Yi, éste sólo respondía "¿Qué pregunta un niño?" Y Chen Tianhe tenía una serie de preguntas en la cabeza: ¿No tienes la misma edad que yo?

WDGNLNY: 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora