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Después de un par de horas con Pau por el centro comercial, logré dar con preciosas prendas nuevas, al igual que ella que también aprovecho de volver a  hacer otras compras.

— no estas nerviosa? — pau me mira luego de poner una papa frita en su boca.

— obvio que si — río nerviosa — bastante, es su familia y además amigos.

— de seguro ya conoces a alguno... — niego mirándola — ni siquiera un compañero de equipo?

Niego.

— en persona a ninguno.

— jo, que nervios — ríe.

— bueno, mi novio y yo estamos de aniversario la otra semana quiero comprarme ropa interior nueva — mueve sus cejas de forma coqueta.

— pues tienes muchas tiendas.

— deberías aprovechar de mirar, hay unos conjuntos muy bonitos y otros muy candentes — ríe — te lo juro.

— quizás... — río.

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Marcos

Termino de hacer las quince flexiones de brazos y me levanto exhausto del piso para tomar un gran sorbo de agua y limpiar mi sudor con la toalla que estaba al rededor de mi cuello.

Jugueteo un rato con marques y Ronnie
En el piso y cuando el timbre suena corro de ellos.

Abro la puerta  sin ver la cámara y frunso mi ceño al verla allí parada en la entrada de mi casa.

— sorprendido? — sonríe y se acerca para pasar sus brazos por mi cuello y abrazarme. — feliz cumpleaños mi amor — susurra y deja un beso en mi mejilla.

— que haces aqui? — tomo distancia de ella.

— quería felicitarte por tu cumpleaños, se que fue ayer, pero tarde es mejor — me mira.

— no puedes llegar y venir cada vez que tu quieras a mi casa — le digo.

— también es mia no? La escogimos juntos — sonríe.

— el que paga es el dueño, nada de aquí te pertenece, debes irte.

— que grosero estas! Yo solo quería entregarte tu regalo.

— no es necesario que tu me des nada, solo vete.

— porque? Te puede traer problemas? — se acerca y me tenso.

— oye...

— cierra los ojos  y pon tu mano estirada— dice — mientras más caso hagas, antes me iré.

La miro fijamente y ella solo me hace una seña para que siga sus órdenes. Suelto un bufido y cierro los ojos.

— rápido, tengo cosas que hacer.

Siento el tacto de su mano con la mía.

— vale, abrelos! — grita.

Cuando abro mis ojos la tengo frente a mi solo en un conjunto de ropa interior.
Repaso su cuerpo y trago en seco.

— puedes tocar — dice y toma mi mano para pegarla a su piel y moverla para que baje por sus pechos. — oye, se que quieres esto.

Se acerca y su mano se posa en mi entre pierna de manera brusca.

— te pongo mucho — susurra.

Quito su mano con brusquedad y me alejó.

— tienes que irte.

Tú mi destino ~ Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora