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Como explico la cara de Marcos al verme completamente desnuda frente a él... bueno. No tenia explicación, se abalanzó sobre mi apenas reacciono.

Tres veces.... tres veces seguidas, distintas posiciones. Con eso explicó todo.

las gotas de sudor corrían por el pecho de Marcos cuando me dejó caer sobre él. Me quedó ahí por unos cuantos segundos y me vuelvo a mover nuevamente. Mi cuerpo ya no aguantaba otro movimiento más pero mis ganas me exigían acabar en trabajo.

— joder — gime Marcos y apretó sus brazos cuando ambos llegamos al climax por tercera vez.

Nuestras respiraciones agitadas intentando tener más aire era todo lo que se escuchaba en la habitación.
Marcos se levanta y se quita el condon para tirarlo a la basura y volver a recostarse junto a mi.

Se acerca a mi y me rodea con sus fuertes brazos para cubrirme con la sábana y besar mis labios.

— te amo — lo miro y sonrió — te amo mucho — digo por segunda vez.

— también yo cariño, descansa.

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Me remuevo en la cama cuando la luz del sol da justo en mis ojos. Y los abro lentamente.

Miro a Marcos que estaba completamente desnudo sin nada que lo cubriera, pues toda la sábana la tenía yo.

Me acerco hacia el y lo abrazo entonces se remueve y me abraza también.

— buenos días — susurra y esconde su cabeza en mi cuello.

— buenas tardes, son más de las doce — digo luego de mirar el reloj de la habitación.

— mhmm... no quiero levantarme — se queja. — quedémonos así siempre.

Siento su mano bajar y posarse entre mis piernas mientras besaba mi cuello.

— no me canso de ti — me mira y sonrió para luego besarlo.

Sus besos bajan por todo mi cuerpo y me retuerso cuando siento sus besos sobre mi pelvis y vuelve hasta mi.

Abro mis piernas y el se apresura para abrir el cajón.

— no me quedan — muestra el sobre de un condon vacío.

— no importa — lo miro. — tomo anticonceptivos solo hazlo — el asiente y entrar en mi con fuerza.

¿Como es posible que no nos agotaramos el uno del otro?

Suelto un gemido cuando sus lengua pasa por mis pelones y vuelve a besarme.

— más Marcos — susurro contra sus labios y sus movimientos aumentan con velocidad. Nuestros cuerpos chocaban y nuestros gemidos aumentaban escuchándose en toda la habitación.

— elisa... joder — gruñe y apreta mi cintura. Para darlos los últimos movimientos y caer sobre mis pechos después de llegar al climax.

Mis piernas temblaban por completo y mi pecho subia y bajaba rápidamente.

— te juro que contigo tengo el mejor sexo de toda mi vida — ambos reímos y me acerco para besarlo y subirme sobre su cuerpo.

— de verdad? — asiente y muerde su labio cuando siente mi mano sobre su miembro.

El teléfono de la sala suena y ambos nos quedamos quietos esperando que no vuelva a sonar pero entonces suena otra vez.

— joder — se queja.

Y me quito de encima.

— si?...... oh...si lo recuerdo. Bueno por favor. Gracias.

Me levanto y me envuelvo con la sábana para ir hasta la sala.

— paso algo?

— teníamos un masaje pendiente, lo he cambiado para dos horas más tarde — asiento y poso mi cara en su pecho. — que? — dice riendo.

— estoy agotada — lo miro y hago un puchero al que el sonríe.

— quieres comer aquí? — asiento.

— por favor.

— vale, pediré la comida entonces.

Vuelvo a la habitación y quito las sábanas de la cama para dejarlas en una esquina y entro al baño para lavar mi cuerpo. Me pongo mi traje de bajo y luego un short sobre la parte de abajo para cuando salgo la comida ya habia sido traida y Marcos se ducho rapido.

Tomo mis apuntes que obvio traje conmigo y aprovecho de ponerme al dia. Para cuando volviera tendria que dar el examen que me quedaba pendiente y no estaba en mis planes reprovarlo.

— eli — escucho a Marcos.

—mh? — murmuro sin quitarle la vista a los apuntes.

— vinimos a desconecar — dice quitandome las cosas de las manos.

— marcos! — me quejo.

— no puedes ponerte a esrudiar en nuestro viaje.

— amor, no puedo reprobar! — me acerco e intento quitarle los apuntes.

— no te los voy a entregar.

— por favor — me quejo y el niega.

— no hasta que volvamos a madrid, ademas se que te ira bien como siempre.

— me va bien cuandl estudio.

— estudia cuando vuelvas a casa – deja un pico sobre mis labios y se acomoda en su lugar para comenzar a comer.

Suelto un bufido y me siento junto a el para comer.

— no te enojes.

— no lo estoy — digo.

— claro que si. Lo hago para que te distraigas a eso vinimos para estar juntos y desconectar — toma mi mano y deja un beso en ella — vale?

Lo miro y asiento.

— vale? — vuelve a preguntar y rio.

— valeeee — digo alargando la palabra y el sonrie satisfecho.

Estaba tan acostumbrada a estudiar en cada momento que hasta se me hacia raro estar mucho tiempo sin tomar mis apuntes, pero Marcos tenia razón. Debia dejarlos a un lado y disfrutar mas que nunca de su compañia.

Despues de todo, no iba a estar con el por vario tiempo y de seguro le extrañaria bastante. Mas estando sola en casa.


Tú mi destino ~ Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora