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Doy vueltas en circulo con la mano en mi boca. Una manía de cuando estaba nerviosa. Estaba buscando la forma de bajar y parecer normal, algo imposible después de todo.
Avergonzada por estar aquí, por la ropa que llevaba y también por no saber que había pasado realmente desde que mis ojos se cerraron después de dejar a mi amiga.

Tomo una gran bocada de aire y estoy por abrir la puerta cuando se siente un golpe, me alejó un poco torpemente y veo a Marcos asomarse.

— buenos días — me mira de pies a cabeza y rie — buen outfit.

Me miro de pies a cabeza y arqueo una ceja.

— cállate — digo y me abrazo a mi misma.

El suelta una carcajada.

— el desayuno esta listo. Venía para avisarte — niego.

— debo irme, es tarde y...

— oye — levanto mi mirada para verlo — no paso nada — dice entrando a la habitación.

Siento mis mejillas arder y me siento un poco vulnerable al tenerlo frente a mi pero suelta una leve sonrisa que me tranquiliza.

— en serio — asiento torpemente — vamos?

Asiento y lo sigo. Doy miradas por toda la casa que era muy preciosa pero también grande y ordenada.

Al bajar las escaleras podías encontrar una pared con muchas fotografías de él  amigos, familia y también con Paddy.

Llegamos hasta el patio de la casa, bellísima y con pasto por cualquier parte, la piscina justo frente a la terraza donde una mesa con el desayuno para dos esperaba.

Me hace una seña y me siento justo frente a él.

En la mesa habían muchas cosas. Entre ellas fruta, granola, té, jugo, jamón, queso, tostadas y más.

— te duele la cabeza? — levanto la mirada de los platos para verlo justo cuando da un sorbo a su jugo. No respondo ante su pregunta y sólo lo veo acercarme una caja de pastillas. — lo supuse.

— gracias — abro la caja y saco dos pastillas para tomarlas.

— porque termine aquí? — lo miro mientras me preparo una tostada con jamón.

El niega mientras rie.

— después de que lucharás en entrar a tu amiga a su casa te quedaste dormida, te veías cansada y..... — hace una pausa — no quise despertarte así que decidí traerte aquí. Tampoco se como reaccionarian tus padres. Pare en tu casa y todo estaba oscuro.

Solo asiento y lo veo tomar el plato de frutas.

— no creas que paso algo — lo miro con asombro — solo te lleve a la habitación  y tuve que dormir junto a ti. Las otras habitaciones no estaban preparadas  no suelo resivir a personas que se queden aquí.

— debiste despertarme — el se encoge de hombros.

Continuamos con el desayuno en silencio y de la nada siento algo húmedo en mi pierna que me hace sobre saltar y muevo con rapidez la silla para mirar bajo la mesa y ver a un bello perrito.

— dios, casi me da algo — digo entre risas y sonrió acariciando al cachorro.

Marcos suelta una carcajada y lo toma entre sus brazos para darle un beso en la cabeza.

— él es Marqués y ama lamer todo — sonrió al verlo. — y por allá — hace una seña justo atras de mi, volteo y veo a uno idéntico — Ronnie.

— como los diferencias — río — Marqués es un poco más gordo — sonrió y acaricio a Ronnie cuando llega justo a mi lado.

— son precioso — digo.

Tú mi destino ~ Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora