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Aquello me había dolido. Después de todo ella conocía más a Marcos que yo.
¿Será que hace las mismas cosas conmigo?

Me dedique a trabajar en máximo silencio y solo le hacía las típicas preguntas a los clientes para luego despedirme de ellos y desearles un buen día.

— caja cerrada — anuncio y preciono el botón pata bloquear el sistema.

Entro al área de descanso y abro mi casillero pata quitarme la pinza del pelo y este cae por mi espalda. Me coloco mi chaqueta y cruzo mi cartera.

— ya te vas? — asiento mirando a Omar — iremos a beber algo con los demás para celebrar las altas ventas, aunque claro, sabes que solo es una escusa para beber. — ríe.

— paso por esta vez — le sigo y msaco mis airpods justo cuando las chicas entrar a la sala

— vas? — ruby me mira mientras saca sus cosas del casillero y niego — Vamos Eli! Hace mucho no sales con nosotros.

— hoy no tengo ánimo, pata la próxima si que si.

— quieres compañía hasta el metro? — Omar me mira con compasión y niego sonriendo como puedo.

— estoy bien! Insisto y beso la mejilla de ellos — me despiden de los demás, nos vemos.

Salgo del la sala y muy pronto de la tienda. Me coloco los airpods y disfruto de la música aleatoria de mi lista mientras salgo del centro comercial viendo como la mayoría de las tiendas se encuentran cerrando, incluyendo el patio de comida.

Mi móvil suena y al ver el nombre de Marcos cuelgo.

No estaba de ánimos para hablar con el. Sabía que nadie tenía la culpa de mi estado de ánimo pero básicamente lo hacía para evitar.

Tomo el metro al ser mi opción más rápida y directa de llegar a casa. A la nueva casa que ya se encontraba acomodada casi en un 70 por ciento y la casa anterior nisiquiera tenía camas esta vez.

Las llamadas de Marcos fueron 4 en total acompañadas de más de siete mensajes que nisiquiera abrí. El llegaría dentro de unos días y de seguro de eso se trataban las llamadas, para decirme la fecha exacta que seguramente ya les habían dado a ellos.

De último momento baje de la estirón de metro tres paradas antes y tome el autobús para ir a casa de mis padres. Prefería llegar a una casa con ajetreo qué a una completamente oscura y silenciosa en un día tan pesado como este.

— hola! — saludo animadamente a Martin y beso su cabeza y lo ánimo a seguir comiendo. — me quedare aquí.

— espera que te sirvo un plato — dice mi madre y veo a mi padre mover la silla a su lado donde yo siempre solía sentarme.

— no ma, estoy bien. Vengo cansada y ya comí algo — miento.

— Elisa — insiste.

— de verdad, solo quiero dormir — beso nuevamente la frente de Martin y le lanzó un beso al aire a mis padre y subo las escaleras directo a mi habitación. Tiro mi ropa a un lado y me pongo un pijama para meterme en la cama de una sola vez. Miro mi movil

7 llamadas. 7 mensajes.

Hola preciosa.

Que tal tu día?

Ya estas en casa?

Elisa estas? No contestas mis llamadas, paso algo?

Me estoy preocupando, puedes atender? Si estas ocupada dímelo y hablamos luego.

Eli, todo bien?

Joder, no me asustes por favor.

Borro las llamadas perdidas para que no estorben y decido escribirle.

Hola, perdona. Fue un día largo y ocupado de trabajo. No te asustes. Mañana hablamos. Buenas noches.

Pongo el movil en silecio y simplemente cierro mis ojos.

Odiaba la idea de imaginar a Marcos queriendo repetir todas las cosas que hizo con paddy esta vez conmigo solo para no sentir su ausencia.

Sabía que ellos de había mudado muy rápido juntos, cuando llevaban poco de novios y básicamente era lo que Marcos y yo habíamos hecho. Más ahora a una casa nueva.

¿Será que de verdad simplemente esta repitiendo cada momento?

Mi cabeza es muy buena jugandome malas pasadas y básicamente era más frecuente cuando intentaba dormir, tanto que estuve más de cuarenta minutos intento conciliar el sueño y mirando el movil cada diez minutos para ver si la hora había pasado rápido.

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¿Fingir delante de la cámara?

Bueno, soy mala fingiendo pero puedo decir que esta vez lo hice de maravilla y gracias a Martin que acaparó toda la videollamada pude evitar más fingir ante Marcos que todo iba normal.

Después de un par de días de lo ocurrido y que por cierto odiaba recordar, Marcos volvía a casa a eso de las seis de la tarde, por lo que saliendo de la universidad iría por él.

— gracias vida — pam me da un beso en la mejilla y baja de la Mercedes.

— nos vemos! — le lanzó un beso y sigo conduciendo

Veo como Fran se pasa por sobre los asientos y el espacio hacia el asiento de adelante.

— joder! — grito y le doy un golpe en el brazo — tía que no es mi auto!

— perdona!

— de verdad, ni yo hago eso.

— vale, lo siento....

— tu casa? — la miro rápido y ella asiente kientras cambia la música

— por cierto, le dirás?

— de que?

— amiga... lo de su ex y lo molestos que fue, te juro que si yo estaba la destrozo.

Si, fran era capaz.

— puede, pero no hoy... quiero que se sienta bien al volver no quiero molestarlo con eso.

— vale pero tienes que decirle... Eli, no eres un juego. — asiento y relamo mis labios para estacionar justo fuera de la casa de fran.

— vale, gracias — se quita el cinturón — te amo — se acerca y me abraza — tu folla rico y ya luego le cuentas — ruedo los ojos riendo y ella me laza un beso al bajar.

Sip. Fran era única. Entre risas comienzo a conducir hacia el centro de concentración de la selección que por cierto estaba un poco apartado.

Tú mi destino ~ Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora