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Tener que despedirme de Marcos me hizo volver a la realidad de que ya no estábamos de vacaciones y que esos días sin el se notarían bastante.

- te amo - le vuelvo a decir como por quinta vez sin dejar de tomarlo por el cuello.

- también yo - ríe y vuelve a besar. - cuidate mucho.

- también tu, mucha pero mucha suerte - me suelto de su agarre y me quedo parada en la puerta de la casa hasta que lo veo subirse a la camioneta y agitar su mano alejándose.

Cierro la puerta justo después de haberlo despedido y la casa queda otra vez en completo silencio y se siente mucho más grande qur antes y eso que ya me había acostumbrado.

- ostia... - susurro y veo el montón de cajas a medias.

Pongo un poco de música en el móvil y me dedico a guardar las cosas dentro de las cajas. Le había prometido a Marcos que me haría cargo y adelantaría lo que más pudiera de la mudanza, el insistió en contratar a una agencia de mudanzas pero llegamos a un acuerdo de que las cosas que tenían mucho valor sentimental para el o que consideraba importantes las guardaría yo, incluyendo su ropa y cosas personales mientras que lo demás sería guardado por las personas de dicha agencia.

Guardo todos los cuadros de la sala en una caja y las cosas de los perros en otra para luego subir.

Entro al gran guardarropas y enciendo la luz.

Había sido una pésima idea para ofrecerme a tal cosa con solo ver la cantidad de ropa de Marcos.

Abro las cinco maletas de viaje y comienzo a guardar ropa por secciones, también en cajas y las otras en respectivas bolsas de guardado para colgarlas en un perchero móvil.

Me la lleve así horas, incluso me decidí a pedir comida a domicilio para no salir del trance al que ya estaba conectada de guardar las cosas, si paraba ya no volvería a retomar.

Mi móvil suena y atiendo al ver la foto de Fran.

- hola,hola!

- como estas? - digo poniendo la llamada en alta voz mientras continuo guardando ropa.

- bien, aburriendome y con ganas de irme de copas y tu? Dime que estas libre tía...

- negativo! - grito. - estoy acargo de la mudanza y de guardar cosas... con decirte que estoy en guardarropas y no llevo ni la mitad....

- jolines! Nadie quiere beber hoy!

- lo siento.... ¿solo me llamas para beber?

- pues...no. pero hoy me apetecía mucho, me aburro!

- pues ven a ayudarme - río.

- en serio quieres mi ayuda?

- sería más divertido escuchando tus cosas de siempre.

- vale, pues me sumo a tu desgracia de vida - ríe - te escribo cuando esté de camino.

- vale te espero.

Cuelgo la llamada y bajo para avisarle al portero el nombre de la persona que ingresaría al recinto.

No entendía cual era el afán de los futbolista con intercambiar camisetas pero una repisa completa estaba dedicada a tener colgando camisetas de distintos equipos, selecciones y personajes. Lo único que sabía de ello era que eran muy importantes para Marcos y mucho más las que estaban firmadas y esa caja, se iría dentro del auto y no con las demás cosas de mudanza.

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- tía! Que hasta pareces una dueña de casa - dice riendo mientras guardamos más ropa.

- no inventes, eso no está en mis planes.

Ella rueda los ojos y me mira arqueando una ceja.

- es que eras la mujer del grupo que soñaba con tener la familia y cocinarle cosas ricas.

- en Italia no en España.

- verdad.

- pues ya no, creo que mis pensamientos han cambiado un poco... quieto disfrutar de lo que me gusta y viajar por ello. No está en mis planes eso de antes.

- pues yo que daría por estar con un millonario que me mantenga. Me he planteado tener un suggar daddy ehh...

- Fran no estés de coña - ella ríe.

Miro a Fran doblar la ropa para asegurarme de que esta metiendo todo en las cajas que corresponde, básicamente teníamos mucha ropa sobre el piso y cajas para separar.

- quien como tú que quita boxers Versace - la miro y tiene la ropa interior de Marcos entre sus manos.

- dame - se las quito - dicen que es malo que otra mujer doble la ropa interior de tu novio y vise versa.

- deja de leer tanta mierda Eli, de verdad que no te voy a quitar el novio!

- es un decir tía! Estoy segura de que no harías algo así - le lanzó un beso y ella devuelve la acción.

Lo que paso de ser la ayuda a doblar y guardar ropa y cosas de mudanzas, se terminó convirtiendo en una pijama. En que momento, no lo recuerdo.

- joder que maravilloso es esto! - la miro como se pone espuma sobre los pechos.

Activo el efecto de masaje y Fran hace un ruido de satisfacción.

Ambas estábamos en el jacuzzi de la habitación en trajes de bajo con espuma por todo el cuerpo, acompañada de unas buenas copas de vino y cosas para picar. Fran por su parte solo se encargaban la música y de grabar y tomarse fotos para las redes.

- lo aveís hecho aquí alguna vez? - la miro y niego. - teneis un jacuzzi en casa y no lo has hecho en uno?

Solo suelto una carcajada.

— miro mi movil para enviarle un mensaje de buenas noches a Marcos y abro mis ojos como plato.

— mierda — susurro sin dejar de ver el movil.

— que, que pasa? — se acerca y mira el movil entre mis manos.

— paddy le a dado like a mi foto con Marcos...  las de nuestro viaje.

Me miro y me quita el movil.

— que si es ella, esta verificada — me confirma. — de seguro te estaba revisando el perfil.

— no, de seguro esta viendo las cosas de Marcos.

— tía — la miro — eres guapísima, de seguro tiene una espinita molestando por ti. Tu culpa es único.

— Fran! — digo en forma de regaño y explotamos en risa.

Amaba la manera de ser de Fran, era todo lo opuesto que yo. Solía ser muy liberal, verbalmente expresiva, demasiado sarcástica y sin pelos en la lengua. Creo que por eso nuestra amistad era tan única por la manera en la que ambas nos complementabamos juntas.

Tú mi destino ~ Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora