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Pongo un poco de alimento en cada plato de mis perros y les doy caricias mientras los veo comer. El timbre de la casa me toma por sorpresa ya que eran pasadas las diez de la noche y no esperaba a nadie.

— Elisa? — la miro cuando abro la puerta y ella solo me abraza tomándome por sorpresa mientras escucho como comienza a llorar. La rodeo con mis brazos y cierro la puerta.

— oye.... sh... tranquila — le digo cuando sigo escuchando su llanto que después de unos segundos se calma.

Me separo de apoco de ella y la veo limpiarse las lágrimas con sus manos y sorbetear su nariz.

— dime que ocurre...

— todo va fatal — me hago a un lado y cierro la puerta cuando ella entra a la casa y se acomoda en el sofá al entrar a la sala. — perdona por venir así, pero fuiste la primera persona que se me pasó por la mente.

Aquel comentario me sorprende e intento ocultar una sonrisa, se sentía bien que dijera, que yo había sido la primera persona en la que pensó.

— es lo de menos, puedes venir cuando quieras, ya te lo he dicho... — me acomodo junto a ella en el sofá.

— yo....— se queda en silencio y mira sus manos.

— si no quieres hablar de eso.... — niega mirandome.

— me he ido de casa — la miro sorprendido.

— he discutido con todos y no he querido liarla más y luego estar arrepentida de estupideces, mucho más con mis padres, con mi hermana da igual ya sabes como es.

— jo, Elisa lo siento mucho. — ella hace una mueca. — sabes que te puedes quedar aquí el tiempo que quieras.... bueno, aunque no por mucho — río y ella me mira. — ya he comprado otra casa y comenzarán con algunos arreglos para luego mudarme.

— que genial.

Asiento no muy convencido.

— tienes hambre? Lidia a dejado cena podemos comer juntos. — asiente.

— ni siquiera me dio tiempo de traer cosas, me he venido con lo puesto — dice mirando su ropa de trabajo.

— te puedo prestar algo, ya lo he hecho antes — Laura sonrie tímida y asiente.

Después de unos minutos hablando deciden ir hasta la cocina y servirse para cenar juntos. Marcos no quería hacer más preguntas sobre el tema, pensaba que lo mejor era que se olvidara un poco de aquello por un momento.

— enserió que te puedes quedar cuanto quieras — dice mientras corre su plato al acabar con la cena y viendo como Laura solo había comida la mitad y revolvía lo que le quedaba.

— te lo agradezco pero no quiero incomodarte y....

— oye — se inclina sobre la mesa para mirarla fijamente — no me incómodas para nada, además me agrada tener compañía en casa — le guiña un ojo y Elisa sonrie.

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Marcos ríe al ver a Elisa con aquel short Nike negro deportivo que le quedaba enorme a ella y como si no fuera suficiente también llebava una deportiva de entrenamiento del atleti que le quedaba enorme.

— porque no me ayudas a encender esto mejor, en vez de solo verme y reírte de mi — dice bromeando.

— te quedaba bien — sonríe y Elisa rueda sus ojos poniendo la ropa dentro de la lavadora enorme y llena de botones que había en aquel cuarto de lavado.

— oye, me pides ayuda y yo ni siquiera sabia que este cuarto era para lavar. — Elisa se voltea quedando frente a frente con Marcos y mirándole con una ceja arqueada.

— es broma verdad? — Marcos niega.

— esta prendida, necesito saber como poner el tiempo y....¿tipo de prenda? Jo, esto es mucho para mi.

— déjalo, ven — toma la mano de ella y tira de su mano para ir  fuera del cuarto de lavado.

— tío, necesito la ropa para mañana... ni modo que salga a la calle así. — me señaló.

— para mi estas genial, además no es ropa de cualquier persona... es de tu novio.

— claro, podrías firmarla también, para que así sea más notorio — le doy un empujón por el pasillo hasta llegar a la sala.

— ven — me acomodo junto a él — aquí esta el número de Lidia, puedes pedirle que te traiga ropa por la mañana... de todas formas pasaría a comprar el mandado...

— Marcos no le voy a pedir que se preocupe de mi ropa también.

— ha menos de que quieras que mande al chofer que....

— dame — le quito el movil y marco el número de Lidia

Obviamente fue muy vergonzo pedirle ese tipo de favor aunque a ella parecía no importarle.
Sabia que sería más vergonzoso ir con aquella ropa deportiva de Marcos a llamarla y pedirle ese favor.



Tú mi destino ~ Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora