Tú mi destino ~ Marcos Llorente

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Marcos.

Me remuevo en la cama cuando escucho el vibrar de un celular. Toco la mesa de noche y doy con el mío que no vibraba para nada.
Me doy la vuelta y.... Elisa dormía plácidamente mientras su celular vibraba. Con cuidado paso parte de mi cuerpo y lo tomo.

Llamada de " Fran♡"

Cuelgo la llamada y lo pongo en modo silencio para dejarlo en su lugar.
Me quedo ahí. Mirando a la chica que estaba cubierta por la sábana justo sobre el lado derecho de mi cama, ¿que se suponía que debía hacer?
¿Despertarla y hablar de lo sucedido?

Me revuelvo el cabello y solo me levanto para ir hasta el baño y encender la regadera, me quito mis boxer y entro para dejar que el agua recorra por mi cuerpo mientras solo  cierro los ojos y me quedo ahí, inmóvil.

Había pasado. Una de las cosas que más debía evitar de esta absurda idea de mi representante.
Me acababa de involucrar con una chica que solo trabajaba para mi. Suena algo feo decirlo así pero era la verdad, Elisa no era más que la chica que había firmado ese contrato donde decía no involucrarse sentimentalmente, pero había sucedido. No sólo ahora, venía sucediendo de esa vez en que quito una pestaña de mi cara, su tacto y respiración cerca me habían hecho sentir mi corazón latir más de lo normal, desde el momento en que la vi la había encontrado guapísima pero eso no era nada para lo bella, inteligente, divertida y única que la encontraba después de pasar tanto tiempo juntos.

No mezclar sentimientos se había vuelto imposible para mí. Cada vez que la miraba sentía esa necesidad de sonreírle y otras veces ee querer besarla... ahora esos límites había sido sobre pasados y tenía miedo de que ella no respondiera a eso como yo quería que lo hiciera. No sabia que tipo de sentimientos tenia ella y tampoco quería hacerla sentir en aprietos, simplemente quería dejar que todo pasara.

Miro mi reloj y el camino por delante para solo comenzar a moverme lento y luego subir el ritmo de mi trote.

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Elisa.

Maldito sol. Mi estúpido quejido de cada mañana soleada. Me giro frustrada y poco a poco abro mis ojos. Frunso el ceño. Esta no era la habitación en la que me quedaba.

Mierda, claro que no.

Me siento en la cama y cubro mi cuerpo con la sábana. Mi respiración se acelera cuando todos los recuerdos de la noche anterior llegan rápidamente.

— joderrrr  — digo en un susurro y tomo el vestido que esta tirado justo en mi lado del piso.

Me lo coloco sin más y comienzo a recoger con torpeza mis demás prendas , bragas por aquí, un zapato por allá cuando ya estoy pro correr me devuelvo rápido y tomo mi móvil para salir hasta la escalera.

¿Pero que mierda?

Como se supone que me iba a ir si prácticamente esta viviendo aquí.

Apretó mis labios y corro hasta la habitación de invitados. Cierro con rapidez la puerta y mis cosas caen de entre mis brazos a la vez que mi cuerpo cae pegado a la puerta hasta que mi tracero da con el suelo.

— no puede ser — trago en seco y siento mis ojos arder.

No podía llorar, ¿porque lloraría?

— eres una estúpida — me doy un golpe en la cabeza contra la puerta y siento una lágrima correr por mi mejilla. La seco con rapidez y tomo una gran bocada de aire.

— a ver, tía — me digo a mi misma. — que tu no tienes la culpa, veamos.... él fue primero el que provocó la situación  osea que también quería lo mismo ¡claro! Si hasta pregunto en el momento. ¡Mierda.... el puto contrato!
Seguro que el ya lo olvido, va a hacer como que nada pasó porque claro... para el no debe de haber sido nada. — digo lo último con algo de decepción.