Los días pasaban, y con ellos, mi malestar. Estaba mucho mejor. El domingo parecía otra persona ya, la anemia suponía que estaba remitiendo, y mi energía cada vez era mayor. Me sentía lista para ir a trabajar al día siguiente.
Los chicos habían estado viniendo a verme a diario, solíamos pasar la tarde juntos, o, si entrenaban en horario de tarde, cenábamos todos en mi piso. Gavi por su parte, seguía quedándose a dormir, cosa que no podía negar que me encantaba.
Estos días solo hubo un problema, y es que salieron unas fotos del día que salíamos Gavi y yo del hospital, y todo el mundo empezó a malinterpretarlas. Los había que decían que estaba embarazada de Gavi, los que preguntaban que quién era yo de él, otros que ya me odiaban por el simple hecho de aparecer a su lado, y los que adoraban "nuestra relación".
A veces se me olvidaba que Gavi era famoso y que todo esto podía pasar, y mucho estaban tardando en descubrirnos juntos, me dijo Aurora. En cuanto al artículo en sí, por suerte, no decían mi nombre ni nada parecido, no sabían quién era yo, cosa que me alegraba bastante.
Después de hablar con Gavi y leer juntos lo que ponía, decidimos olvidarlo y pasar del tema, igualmente no iba a servir de nada, no iban a hacerle caso por mucho que hiciera o dijera. Suspiré recordando la conversación. No me gustaba aparecer en revistas, no quería eso.
El ruido del timbre me sacó de mis pensamientos. Abrí encontrándome a Max allí.
-¿Max? ¿Qué haces aquí?-pregunté extrañada
-Hola Claudia, perdona que me haya presentado sin decir nada, me enteré de lo que te pasó y no pude venir hasta ahora. ¿Qué tal estás?-dijo dándome una caja de bombones que traía en la mano.
-Mejor, gracias por venir, pasa, siéntate.-ofrecí, él entró.
Estuvimos hablando un rato de lo que había pasado. Él me dijo que había tenido que viajar a Madrid por un contrato de la revista, y que se había alargado al final. Después de otro rato, noté como se acercaba más a mi, cosa que me extrañó bastante, hasta que lo tuve demasiado cerca y se lanzó a besarme. Me aparté a tiempo.
-Max... yo... no puedo, lo siento-le dije apenada.
-¿No puedes o no quieres?-dijo confuso.
-Ambas. Lo siento, de verdad, eres un buen tio y sé que yo fui la que incitó a besarnos aquel día, pero ahora mismo no estoy en la misma posición que entonces.-respondí
-¿Es por ese chico, verdad?-le miré confusa-El futbolista, uno de los que saludamos aquel día, noté como me miró.-abrí los ojos apenada-No te preocupes, ya imaginé algo, pero quería que me lo confirmaras tú.
Dicho esto, se levantó, me dio dos besos y se dirigió a la puerta. Cuando abrió para irse, justo estaba Gavi a punto de llamar. Que bien, lo que yo quería, los dos a la vez.
-Espero que te mejores pronto Claudia-dijo dándome dos besos- Adiós.-se dirigió a Gavi.
-Adiós-dijo este entrando confundido.
Una vez Max se fue, Gavi me miró con una cara en la que no sabía qué emociones descifrar. Solo sé que la molestia fue una de ellas.
-¿Qué hacía este chico aquí?-preguntó.
-Vino a verme, se enteró de lo que había pasado y quiso preguntar como estaba-dije levantando los hombros.
-Ya bueno, ¿y no pudo esperar a verte en la oficina o llamarte por teléfono?-levantó una ceja, y yo no supe que responder, ¿por qué no podía venir a mi casa?
Él se sentó en el sofá y vio la caja de bombones ahí. La levantó y fue a la cocina directa, con intenciones de tirarla a la basura, a lo que yo le paré.
-Frena, ¿qué estás haciendo?-dije molesta- Eso es mío.
-Ya, ¿y?, no pensarás quedártelos, ¿no?-preguntó confundido.
-¿Cuál es el problema en eso? Es un regalo de un amigo.-dije
-Sí, un amigo que se quiere meter entre tus bragas-soltó molesto.
-Gavi, sé que estás hablando sin sentido alguno, así es que no voy a responderte a eso, voy a hacer como que no lo escuché. Igualmente, es un regalo para mi-dije cogiendo la caja y me dirigí al salón de vuelta con ella, comiendo uno-
-Genial, tú dale esperanzas al gilipollas ese-bufó
-¿Crees que le he dado esperanzas por coger un regalo? Además, ¿qué más te da a ti? Ni que fuéramos algo serio para tener que alejarme de otros tíos.-solté cansada de la conversación. Cuando vi su cara supe que la había cagado completamente con ese comentario-Mierda, no sé que digo, perdona, no quería decir eso.
-¿Entonces qué querías decir?-preguntó, a lo que yo no respondí nada- Genial, lo que yo pensaba entonces-enfadado se dirigió a la puerta y le seguí corriendo. Me puse delante de él evitando que pudiera abrirla- apártate Claudia.
-No, espera, no me he expresado bien. Por favor, déjame arreglarlo, no quiero joder esto-dije cogiéndole una mano y mirándole a la cara- no te vayas aún-me miró y se relajó-Me puse nerviosa por lo que dijiste y solté eso sin pensarlo antes. Fue un error.
-Quiero preguntarte algo Claudia-le miré esperando que siguiera hablando-¿Te gusta él?.
Me dejó confundida lo que dijo. ¿Cómo podía pensar eso? ¿No se daba cuenta de que solo puedo mirarle a él?.
-No-dije rotundamente-Mierda Gavi, no te das cuenta de nada-me alejé de la puerta llevándome las manos a la cabeza frustrada-Solo puedo mirarte a ti, joder-solté de la nada y le miré. Él se quedó paralizado y abrió mucho los ojos, supongo que no esperaba esa respuesta-No se como no te has dado cuenta-dije negando con la cabeza y me senté en el sofá, poniendo mi cabeza entre mis manos.
Noté como él se acercaba y se apoyaba en el suelo delante de mi, pero sin tocarme. Yo no podía verle a la cara, pero notaba su respiración cerca.
-No tendría que haber dicho nada, olvídalo. Dejamos la conversación ahí y ya, somos amigos, nada más-dije.
-Tengo dudas-soltó él. Levanté la cabeza y una lágrima cayó por mi mejilla al escuchar eso-No se lo que quiero Claudia, no sé si estoy confundido en cuanto a esto, lo siento mucho, no sé si quiero algo más que una amistad entre nosotros, tampoco sé si estoy preparado para ello-dijo mirándome.
-Vete-dije
-¿Cómo?-se sorprendió.
-Quiero que te vayas, necesito estar sola, por favor, en otro momento hablaremos si es necesario, ahora vete.
Asintió, se levantó y se fue, dejándome allí, confundida completamente. ¿Tenía dudas?. Si no sabía si me quería como algo más que una amiga, ¿por qué cojones me besaba? ¿por qué me tocaba? ¿por qué estaba celoso de Max y se había enfadado cuando dije que no somos novios?. Estaba muy cabreada con él, aunque me daba rabia más que otra cosa, por que había pasado lo que desde un principio negué que quería, me enamoré de Gavi, y estaba doliendo un montón.
No tenía ganas de pensar mucho en lo que acababa de pensar, aunque era inevitable. En mi cabeza solo estaban las palabras del castaño. "Tengo dudas" retumbaba por mi cabeza, y por toda la casa, como si estuviera él aún diciéndolo. Lloré, mucho más de lo que me hubiera gustado admitir.
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Volver a ti
Storie d'amore¿En qué momento Claudia decidió mudarse a Barcelona persiguiendo su sueño? Es algo que ella aún se pregunta. A veces la vida tiene planes para nosotros que, nunca habríamos imaginado. Claudia Fernández es una chica de 21 años, nacida y criada en Sit...