52. Bendita copa.

1K 37 1
                                        

NARRA PABLO

A la mañana siguiente, alguien aporreando la puerta nos despertó. Abrí rápido intentando que Claudia, quien dormía como un bebé, no se despertara. Cuando abrí, vi a Ansu y Pedri allí parados, mirando sorprendidos. 

-¿Qué os pasa a vosotros dos para dar esos golpes?

-Gavi tio hemos quedado en 15 minutos, no me jodas que seguís durmiendo-preguntó desesperado

-Shh, baja la voz. Sí, Clau está dormida y no quiero despertarla, ¿por qué no os vais y ya os alcanzaremos?

-Venga hombre, no seas así, hasta Ferrán y Sira se han despertado, vamos, tenéis 15 minutos para estar abajo preparados, si no volveremos con un megáfono-advirtió Pedri señalándome. 

-Os voy a matar si hacéis eso-amenacé señalándoles con el dedo de vuelta. 

Riendo se fueron hacia el ascensor, en lo que yo cerré la puerta y me dirigí de vuelta a la cama para despertar a mi novia. Sabía que esos cabrones eran capaz de sacar un megáfono de donde fuera y venir gritando, así es que preferí ahorrarle ese mal rato a ella. 

-Amor, vamos, nos están esperando-dije besándola suave para que se despertara.

-Mmmh, ¿qué hora es?

-Las nueve menos cuarto, hemos quedado en 15 minutos abajo

-Uy, que llegamos tarde-dijo levantándose corriendo

Me reí, que fuerza tenía cuando quería la tía. Nos vestimos rápido y nos aseamos para no llegar tarde. A las 9 y dos minutos estábamos en recepción. Al llegar todos nos miraron. 

-Ya íbamos a ir a buscaros-dijo Ansu-Pensabamos que seguíais durmiendo

-No me pierdo ese tour por nada del mundo-dijo mi novia abrazando a mis amigos y poniéndose la gorra. 

-Yo hubiera preferido dormir otro rato más-bostecé cansado-Os odio a todos, esta pienso devolverosla. 

-Venga cabezón, que hay que conocer la ciudad-dijo Ansu emocionado

Salimos los seis con gafas de sol y para evitar que nos reconocieran. Hasta Sira y Claudia tuvieron que ponérselas por precaución, nos apetecía disfrutar el día sin muchos problemas y, sabíamos que eso era lo mejor. 

Ansu iba guiándonos delante mientras Ferrán, Frenkie y Pedri se reían de él y la emoción que mostraba. Por cada lugar que pasábamos y veía algo que podía llevar de recuerdo, paraba a comprarlo.

Eran las 12 y, a parte de cansancio, lo que llevábamos era muchas bolsas, sobre todo Sira y Ansu, quienes parecían dos marujas hablando. Pedri y Claudia iban hablando entre ellos riendo. Me hacía tan feliz ver la buena relación que tenía mi novia con todos que estallaba de felicidad cada vez que lo pensaba.

Y es que, al final, todo había pasado en parte gracias a Pedri. Quizás si ella no le hubiera tirado mi copa, no nos hubiéramos conocido. Bendita copa.

(...)

Parar a comer algo fue algo necesario. Me tenían agotado ya. Visitar la ciudad a pie no estaba siendo buena idea, estábamos todos ya muertos y apenas era la una de la tarde. 

Decidimos comer en una hamburguesería que Ansu buscó en google y tenía buenas referencias. Tuvimos suerte de que nadie nos reconoció en ese lugar, por lo que nos decidimos por pedir y sentarnos a comer tranquilos para poder hablar y disfrutar el rato. 

Cuando nos trajeron las hamburguesas, sin entender muy bien por qué, se me quitó todo el hambre de golpe, por lo que decidí comer dos simples patatas y dejar lo demás. 

Volver a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora