Volver a ti

25. No imagino otra cosa.

Los días pasaban volando, estábamos ya en Diciembre. Yo pasaba las mañanas trabajando y las tardes entre casa de Gavi y la mía, solían ser los lugares de reunión del grupo, aunque aún no sabía muy bien por qué. Gavi hacia algo menos de dos semanas que se había mudado a un chalet solo, según él, quería intimidad, aunque al final solo había servido para convertir su casa en el lugar de quedada. Hoy jueves estábamos su casa Ansu, Balde, Pedri, Ferran, Sira, Mikky, Frenkie y yo, habíamos hecho una barbacoa porque tenían una semana de descanso y queríamos celebrarlo, habían sido unas semanas estresantes para todos.

Cuando acabamos de comer, Mikky y Frenkie hablaron.

-Tenemos algo que contaros-dijo la chica nerviosa. Sira y yo nos miramos extrañadas, que raro que no nos hubiera dicho nada. Ellos se miraron y sonrieron, a la vez que Frenkie acercaba su mano a la tripa de su novia. En ese momento, abrimos los ojos.-Vamos a ser padres-habló ella.

En ese momento, todos nos levantamos gritando, nosotras fuimos a abrazar a Mikky, y ellos se lanzaron encima de Frenkie emocionados. Yo para ese momento ya estaba llorando, y Sira más de lo mismo, sabía que serían los mejores padres del mundo, eran una pareja consolidada y que se amaba por encima de todo lo que pudiera venir, y ese amor iban a transmitírselo a su bebé.

-Pero, ¿desde cuándo lo sabes?-dijo Sira mirándola

-Pues me enteré hace dos semanas, pero estábamos esperando a que llegaran los tres meses para decirlo, queríamos que todo fuera bien.-sonrió emocionada y se levantó la camiseta, a lo que pudimos admirar la pequeña barriga que asomaba. Me parecía tan tierno el momento, todos estábamos muy felices. Fui a abrazar a Frenkie, quien también estaba a punto de llorar, al igual que Ansu. Me lancé sobre el último, quien me devolvió el abrazo, parecía que íbamos a deshidratarnos ahí. Pedri y Gavi nos miraban riendo.

-Perdón perdón, estoy muy sensible-dije quitándome las lágrimas. Gavi se acercó a mi y me abrazó dándome un beso en la cabeza-Vais a ser los mejores padres del mundo chicos-dije a los futuros papis.

Pasamos toda la tarde preguntando cómo se habían enterado, Sira y yo estábamos aún algo emocionadas y nos ofrecimos a acompañar a Mikky cuando lo necesitara, a comprar cositas para el bebé o lo que fuera. Por su lado, los chicos peleaban por quién sería el padrino del bebé, incluso apostaban entre ellos. Yo me reí, parecían ellos los bebés en vez del que estaba en la barriga de mi amiga.

Ahí me di cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo y de lo feliz que yo estaba de estar ahí con ellos. Eran mi familia y les quería con todo el alma, ya no podía imaginarme sin ellos, ni quería hacerlo, especialmente sin el castaño que agarraba mi mano en ese momento. Me acerqué a él y le di un beso.

-¿Y esto?-dijo feliz pero sorprendido.

-No sé, me apetecía, ¿te ha molestado? ¿puedes devolvérmelo si no te ha gustado, eh?-dije riendo y vacilando. Él rió y me besó de vuelta.

-A ver parejita, no se come delante del pobre-dijo Ansu, quien fue apoyado por Pedri y Balde. Yo reí.

-Os voy a buscar una novia para que os calléis-dije riendo y señalándoles.

-Te paso mi curriculum entonces-soltó Pedri riendo. Estos chicos eran increíbles.

Un rato después todos se fueron a casa, yo me quedaba hoy a dormir allí, ya que Gavi me lo pidió y, había pocas cosas que yo pudiera negarle, esa no era una de ellas. Nos sentamos los dos en el sofá agotados de recoger todo y pusimos una peli, aunque no estábamos haciendo mucho caso.

-Olvidé decirte una cosa-habló él, a lo que yo le miré-Mañana te recojo en tu casa a las 4, haz la maleta, nos vamos el finde de vacaciones-sonrió.