Estaba tan desconcertada por la actitud de Lexie hacía el chico que me había ayudado que solo con ver su rostro lleno de furia me da miedo preguntar, sea cual sea el problema que haya pasado mi mente no deja de pensar en el chico y sentirme culpable por ni siquiera agradecer o presentarme.
Finalmente detenemos nuestro paso frente a una hermosa casa rodeada de pasto natural, acabados de lujo y grandes ventanales, sí, dicha casa sería ahora mi nuevo hogar y por supuesto mi nueva realidad.
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Tan pronto entramos el enorme abrazo de Maddy (mi otra amiga) me rodea perfectamente dando la bienvenida de forma calida y especial, naturalmente mi emoción hace que algunas lágrimas se escapen, el momento no podía ser más especial, incluso hasta podía agradecer que el taxista me dejara en el lugar incorrecto.
Después de minutos de hablar sobre el viaje y mi primera impresión del lugar, el incomodo momento de tocar el tema sobre el chico que me ayudó se hizo presente, tanto Maddy como Lexie comienzan hablarme de quien ahora se que se llama "Joseph" ambas parecen estar sincronizadas en cada palabra que dicen pues todo lo que escucho de ellas se resumen en: Patán, poco hombre, mujeriego y borracho, pero el dato que más me impresiona es saber sobre la fugaz cita que Lexie y él tuvieron, tal parece que las cosas no terminaron nada bien.
Las horas pasan por tanto nos apresuramos a vestirnos y maquillarnos para la esperada noche, mis amigas habían preparado una especie de "bienvenida" con algunos vecinos como invitados para presentarme, cosa que me tiene nerviosa, pero agradecida de tan buen gesto.
El momento llega y distintos chicos y chicas comienzan a aparecer en el lugar, presentaciones por aquí, presentaciones por allá, muchas caras nuevas saludando y preguntando sobre mí, un poco abrumador para ser honesta, pero no en un mal sentido sino simplemente era demasiada atención de golpe y no estoy acostumbrada.
Con el pretexto de sacar los brownies del horno entro a la cocina para escapar de la multitud y dar un respiro antes de seguir con la fiesta de preguntas, también me tomo algunas fotos para mandarle a mi hermana y me dispongo a abrir el horno, pero entonces...
—Sí fuera tú me pondría guantes para abrirlo.
Escucho detrás de mí y al girar la imagen más perfecta del chico más guapo que habría visto en mi vida se hace presente, se encontraba observándome desde la puerta con una sonrisa encantadora y un porte magnífico, la tenue luz de la cocina lo hacía ver cómo en un sueño lo que por supuesto me deja completamente embobada y boquiabierta.
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<< Dios tengo que decir algo>>
—Lo lamento no quise asustarte ¿Estás bien? — pregunta aquel chico de sonrisa encantadora.
—Estoy bien — sonrió torpemente.
—Bien, entonces déjame ayudarte — se coloca los guantes —, no queremos accidentes esta noche ¿Cierto? — sonríe.
—Vaya así que ya se conocieron — señala Maddy mientras entra en la cocina.
Desconcertados el chico y yo nos miramos y luego la miramos a ella quien nos sonríe de forma sospechosa.
—Lo tomaré como un no — nos dice soltando una risilla —, Nick ella es Sharon nuestra preciosa amiga de los Ángeles y Sharon el es Nick nuestro vecino y ángel salvador.
Apenas la escucho me quedo sin habla aquel apuesto chico era el mismo de quién mis amigas me habrían hablado anteriormente y descrito como un ángel, príncipe y todo los adjetivos calificativos buenos que pueden existir.
—Realmente es un gusto conocerte tus amigas han hablado maravillas de tí — me dice él luego estira su mano hacía mí.
—Yo mejor los dejo — nos sonríe Maddy para luego salir de la cocina.
—Es un gusto — Extiendo mi mano temblorosa — a mí también me hablaron maravillas de tí.
Es magnética la forma en la que mis ojos se han centrado en los suyos ¿como es que posible que de manera instantánea captará mi atención? Y ahora, ¿Qué se supone debo decir?
—Y supongo que ya estás cansada de hablar con tantas personas acerca de lo mismo ¿No? — lanza una mirada fugaz a través de la ventana.
—Yo no le llamaría cansancio más bien es un poco abrumador tener a 5 o más personas a mi alrededor preguntando si vivía cerca de algún famoso — admito de forma divertida.
—Bueno — suelta una sonrisa — que te parece si soy la excepción y te hablo de comida ¿Charlarías conmigo? — sirve vino y jala una silla invitando a sentarme.
—Por supuesto — le sonrío sintiendo el sonrojo de mis mejillas.
El tiempo ah pasado muy rápido la charla con Nick se hizo tan amena y profunda que me hace sentir en confianza tal como si nos conociéramos de hace tiempo, la atención que le presta a cada cosa que digo es absoluta y su manera de conectar es impresionante.
Comparte conmigo algunos datos de su vida como que cuenta con especialidad en los negocios de bienes raíces teniendo a su cargo una de las empresas más exitosas de la ciudad, además de contar con el respeto entre los empresarios al ser el más joven del circulo y quién más aporta al negocio, impresionante definitivamente.
No puedo negar que de entre todos los invitados fue quien más robó mi atención y es que me sentí con tanta comodidad que el resto de la noche la pasé con él, ya finalizada la reunión de bienvenida me dirijo a mi cuarto para terminar de contarle a mis padres y descansar antes de continuar con todo lo que viene.
