30 NUEVA OPORTUNIDAD.

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SHARON.

¿Cómo es posible que en menos de un año tantas cosas malas me estén pasando? Aún estoy temblando del miedo y horror que sentí al ver cómo nos apuntaban a Maddy y a mí con esas armas, lo peor es que me siento impotente al no poder salir corriendo en busca de Nick, desde que lo dejé solo cosas malas han ocurrido, ya no siento la paz y tranquilidad que me brindaba, ¿Será que he cometido el error más grande de mi vida?

-Joe no va a volver, dice que quiere descansar un poco, él fue el que se llevó la peor parte - escucho decir al amigo de Joseph.

-Intenté convencerlo para ir al médico, pero es tan testarudo - continua diciendo Kevin.

-Se arriesgó demasiado al ir tras esos tipos, ¿se imaginan que le hubieran disparado? - comenta agitada Maddy.

Como balde de agua fría me caen sus comentarios pues ni las gracias la había dado, pero en que estupideces estoy pensando al tener en mi mente a Nick cuando ya ni siquiera está conmigo, fue Joseph quien se arriesgó, fue él a quien golpearon y yo me quedé parada sin decir nada.

<< soy realmente una tonta >>

-Me tengo que ir - les digo apresurada.

-¿A dónde? - cuestiona nerviosa Maddy.

-Necesito caminar y necesito despejarme, aún estoy muy nerviosa y no podré dormir así - me pongo mi chaqueta.

-Entonces te acompaño - se ofrece Lexie.

-¡No! - me apresuro a decir - solo iré aquí al rededor, estaré bien.

-Pero amiga... - insiste Lexie.

-Por favor, necesito mi espacio - puntualizó y salgo.

Apenas pongo un pie en la calle una ola de recuerdos me azotan iniciando con el confrontamiento entre Joseph y yo, tenía aún tan fresco en mi mente su cercanía, sus palabras amenazantes y las burlas de los últimos días que siento que no puedo avanzar más, es entonces cuando llega nuestro primer encuentro, la imagen de su sonrisa y su buena voluntad para ayudar cuando más los necesitaba, justo como ahora.

Él ah hecho mucho más por mí de lo que yo por él, nunca me había detenido a pensar en que me ah mostrado una parte de su bondad, me he concentrado tanto en Nick que ni si quiera me había dado oportunidad de conocer a Joe, tal vez sea momento de hacerlo.

Me detengo al pie de su puerta y respiro profundo antes de tocar el timbre, no sé ni cómo reaccionará a mi visita, tal vez soy yo a quien menos espera, ni si quiera se si es un buen momento, lo único que quiero es agradecerle.

Finalmente toco el timbre...

-Damián te dije que no voy a volver...- dice al abrir la puerta.

Mi corazón se acelera inexplicablemente al verlo y no puedo pronunciar una sola palabra durante algunos segundos.

-¿Tú? - pregunta con el ceño fruncido y rostro descolocado.

-Ho... Hola - tartamudeo -, yo... Yo quería...

Continua mirandome con el ceño fruncido mientras sujeta la puerta.

-Yo quería saber cómo te encuentras y... disculparme por no decir nada hace un rato - termino inclinando el rostro.

-No pasa nada, supongo que entiendo - me invita a pasar señalando el camino con su mano.

Dudosa acepto la invitación y entro por primera vez a su departamento, recorro cada espacio fugazmente con la mirada dándome cuenta que es más bonito de lo que imaginé, finalmente me quedo como estatua parada a media sala esperando que diga algo.

-Pues... Toma asiento - señala la sala.

Sonrió a manera de agradecimiento y me siento con el rostro inclinando, es un tanto intimidante la situación.

-Te ofrecería un trago, pero supongo que no tomas ¿Verdad? - me dice desde la cocina.

Niego ligeramente y entonces sirve un vaso con agua, regresa hasta donde estoy, me entrega el vaso y se sienta a mi lado, nerviosa doy un sorbo dándome ánimos para por fin hablar.

-Te traje esto - dejo sobre la mesa un pequeño botiquín.

-Gracias, no debiste molestarte - toma la caja y la observa.

-Es lo menos que puedo hacer después de lo que hiciste - carraspeo ligeramente -, de verdad lamento no decir nada creo que aún estaba en shock, pero realmente aprecio lo que hiciste.

No responde nada y solamente se limita a sonreír.

-¿Oye tú sabes curar este tipo de heridas? - me pregunta.

-Am... Sí, ¿Quieres que te? - señalo el golpe.

-Sería bueno - responde y me entrega el botiquín.

Abro la caja sacando lo necesario del interior y me acerco a él, las llemas de mis dedos rozan su piel por primera vez intentando quitar algunos cabellos que se encontraban ligeramente pegados.

Es entonces que siento una sensación inusual recorrer mi cuerpo e intento guardar la calma, continuo vertiendo agua oxigenada en un algodón para limpiar la herida, vuelvo a acercarme a él y con suavidad lo pongo sobre el golpe.

-Lo siento, ¿te lastime? - pregunto preocupada, al verlo hacer un gesto.

-No, adelante continua - hace una seña.

Prosigo pasando el algodón hasta quitar los residuos de sangre y finalizo aplicando sobre mis dedos pomada desinflamante.

Ahora mismo estoy experimentando cosas fuera de lo común, solamente el roce de mis dedos con su piel me tiene como hechizada, me estoy perdiendo en cada detalle de su rostro ¿Por qué me estoy sintiendo así?

-¿Falta algo más? - lo escucho decir.

-¡No! - me sobresalto y vuelvo en sí - solo pondré una gasa para evitar infecciones.

Sacudo de mi cabeza algunas ideas fuera de lugar y continuo con lo siguiente, una vez que termino le entrego unas pastillas para el dolor y le vuelvo a agradecer.

-Pues, espero que con esto se desinflame rápido - guarda las pastillas en la caja.

-Verás que sí y si necesitas otra cosa, dime - le digo sincera.

-Si necesito otra cosa Sharon - fija su mirada en mí.

Escuchar eso hace que un extraño escalofrío me recorra el cuerpo.

-Que... Qué necesitas - tambalea mi voz.

-Necesito que me des la oportunidad de ser tu amigo, terminemos ya con esta absurda rivalidad.

Mis ojos se clavan en los suyos viendo el hermoso color avellana que se cargan, nunca antes lo había notado.

Mis ojos se clavan en los suyos viendo el hermoso color avellana que se cargan, nunca antes lo había notado

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-Pense que me odiarías hasta el final de tus días cómo a...

-Ni siquiera lo menciones - me interrumpe -, Sharon acepta ser mi amiga, conóceme al menos dame esa oportunidad.

No me puedo negar, cómo hacerlo cuando le debo tanto.

-Por supuesto que acepto ser tu amiga, quiero conocer mucho más de tí Joe.

Chasing HappinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora