51 DIRECTO AL CORAZÓN.

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JOE


Pasaron algunos días y el esperado viernes se ah llegado listos para el evento damos el último ensayo por la mañana, todos están bastante animados excepto yo, pues en todos estos días no he podido quitar esas estúpidas imágenes de mi cabeza de Sharon y Nicholas, no sé siquiera como pude pensar en olvidar mi venganza a ella, me queda claro que no se merece nada.

—Los veo más tarde en la tocada, no olviden que antes de las 5 tenemos que estar instalados — nos dice Kevin y se despide de nosotros.

—Yo me iré con Javier a recoger lo que necesita y de ahí nos vamos al evento ¿Vienes con nosotros? — me pregunta Damián.

—Ammm pues... — pienso un poco y después detengo mis palabras al ser interrumpido por una llamada.

—¿La princesita otra vez? — sonríe Damián de forma burlesca.

—Sí, no ah dejado de llamar y mandar mensajes — digo y apagó el celular —, quiere que vaya a su casa porque según me tiene una sorpresa — rodeo los ojos con fastidio.

—Uy ¿Un sorpresa? — comenta de forma pícara.

—Dudo que sea lo que piensas — sonrío.

—Sí lo se — suelta una risa —, ¿y seguirás desviando llamadas?

Me quedó pensativo algunos segundos y luego suspiro.

—No. Creo que es momento de ponerle un alto — digo firme — ya me cansé de lidiar con ella y ya no me interesa seguir con la venganza, ahora puede hacer lo que quiera con Nicholas.

—¿Es enserio? Viejo — cuestiona sorprendido.

—Sí y por favor no vayas a decir nada — me pongo mi chaqueta —, ya tomé la decisión y no es porque sea un cobarde, simplemente estoy harto de que mi vida este cambiando.

—Si es lo mejor adelante, no pienso decir nada — me sonríe —, solo no llegues tarde no queremos que se pierda está oportunidad.

—No te preocupes, seré breve al hablar y después iré a buscarlos.

Decidido está y ya es suficiente de este teatrito que no lleva a ninguna parte, acabar con esto es la única forma de olvidar cualquier absurdo sentimiento naciente dentro de mí y si Nicholas o cualquier otro tipo quiere lidiar con ella pues ahora tienen el camino libre.

Al pie de su puerta un sentimiento de arrepentimiento me invade, por unos pocos segundos pasa por mi mente el retroceder, detenerme y seguir con ella, pero luego un recuerdo tras otro llega y no puedo evitar sentir odio, así que finalmente toco el...

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Al pie de su puerta un sentimiento de arrepentimiento me invade, por unos pocos segundos pasa por mi mente el retroceder, detenerme y seguir con ella, pero luego un recuerdo tras otro llega y no puedo evitar sentir odio, así que finalmente toco el timbre, ella habré y me recibe con una gran sonrisa y un fuerte abrazo que juro por Dios se siente como mil cuchillos entrando al mismo tiempo a mi cuerpo, la peor sensación de mi vida.

—¡Joe viniste! — exclama alegre y me toma del brazo para jalarme al interior de la casa.

—Si Sharon — sonrío falsamente y me quedo estático —, pero en realidad no voy quedarme, solo viene para hablar contigo.

—¿No puedes quedarte? Que mal — desanimada dice y baja el rostro —, yo prepare algo de comer, pensé que podríamos compartir un rato y...

—Lo siento — la interrumpo —, está tarde tengo un evento importante con la banda y tengo que estar temprano en el lugar.

—Lo sé, me contó Kevin y dijo que es una gran oportunidad ¡Felicidades! — sonríe tiernamente.

—Gracias — digo fríamente —, pero bueno enserio necesito hablar contigo antes de irme ¿Podrías escucharme?

—Claro — responde pacífica —, pero si no te importa antes quisiera mostrarte algo.

—Sharon de verdad no tengo mucho tiempo y...

—Te prometo que tardaré menos de 5 minutos, ¡por favor! — junta sus manos como súplica.

—Ok está bien — digo rendido —, pero después tendrás que escucharme.

—Si está bien, ¡gracias Joe! — camina rumbo a las escaleras luego se detiene y regresa —, emm... Creo que olvidé decirte que es una sorpresa y que tienes que voltearte — señala la pared detrás de mí.

—Sharon... — lanzo una mirada de fastidio.

—¡Por favor te lo ruego! — vuelve a suplicar.

—Ok, ok — me giro a la pared.

De pronto escucho como sube las escaleras corriendo y a lo lejos una puerta cerrándose, pasan algunos segundos y el silencio en la sala me empieza a incomodar, no se que rayos se trae entre manos pero me disgusta la situación, ni siquiera sé porque acepté prestarme a este ridículo show, solo debí hablar y ya.

Minutos después escucho de nuevo sus pasos bajando por las escaleras pero está vez más lentos, llega hasta la sala y muchos ruidos extraños se escuchan alrededor tal como si estuviera moviendo o acomodando algo, por supuesto la desesperación me inquieta pues ahora si no sé con que va a salir.

—Gracias por esperarme — dice —, estuve planeando esto por varias semanas y no fue tan fácil como parece — la escucho reír.

—Lo que no es fácil es estar viendo la pared y no saber que rayos está pasando Sharon — respondo de la forma más antipática.

Ella se echa a reír mientras yo me molesto todavía más ¿Que le causa tanta gracia?

—Eres un gruñón — se burla —, bueno, ahora sí... Puedes voltear.

Lo siguiente puedo apostar que sucede casi en cámara lenta pues al girarme todo se siente irreal, miro los alrededores de la casa, la miro a ella sonriendo, pero a su lado... A su lado se encuentra un pedestal negro con una preciosa guitarra en la cual casi me puedo reflejar, quedo petrificado, pero después reacciono y la miro a ella sin entender bien lo que está pasando.

 A su lado se encuentra un pedestal negro con una preciosa guitarra en la cual casi me puedo reflejar, quedo petrificado, pero después reacciono y la miro a ella sin entender bien lo que está pasando

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—Que... — señalo el instrumento sin poder gesticular bien — que... ¿Que es esto? — finalmente pregunto.

Ella me mira sonriente.

—Pues no lo sé, pero parece una guitarra — me contesta con un evidente sarcasmo y diversion.

—Eso losé, pero...

—Tenia una deuda pendiente contigo — se acerca lentamente a mí — y ahora estoy aquí pagando esa deuda, pero más que eso, pidiéndote una disculpa por haber destruido algo que es importante para tí, no tenía ningún derecho de hacerlo — finaliza entregándome la guitarra en las manos.

Oficialmente me ah dejado sin palabras, ella se está disculpando y me está obsequiando algo precioso que no solo resulta ser una guitarra cualquiera, es exactamente el mismo modelo que mi padre me habría regalado antes de fallecer.

Chasing HappinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora