59 SOLOS.

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SHARON

No puedo dejar de ver a Joe mientras maneja de alguna manera me parece tan atractivo y tan diferente que me provoca sentimientos inexplicables, ahora ah tomado la carretera dejando la ciudad atrás justo como lo había dicho antes y la verdad es que no temo de hacía dónde vamos si no de lo que nos espera en aquel lugar, conociendo a Joe es capaz de lanzarme en paracaídas, en fin, lo que sea que esté preparando se que será increíble.

—¿Te arrepientes? — me pregunta sonriente

—Por supuesto que no — le digo con media sonrisa - solo tengo mucha curiosidad.

—Me gusta esa curiosidad — hace un guiño.

Dicha acción me enrojece e inquieta por completo por tanto tengo que volver mi vista a los paisajes para disimular, alrededor de 30 minutos pasan y Joe se desvía del camino entrando a otro más angosto y empedrado, << ahora sí estoy nerviosa >> avanza unos minutos más hasta cruzar lo que parece un pequeño poblado, muy hermoso por cierto, pero parece que sigue sin ser nuestro destino pues sigue avanzando hasta llegar a una zona más rural con enormes casas de campo y sembradíos, después de una larga espera por fin detiene la camioneta.

—Espera aquí — me dice sonriente y baja para abrir una pequeña cerca de alambre.

Ya con el paso libre vuelve y entra a la camioneta para pasar dentro del lugar, poco a poco la vista se aclara y una preciosa casa se deja ver frente a nosotros, aquella casa está rodeada de árboles y áreas verdes de dimensiones gigantescas, muy increíble definitivamente.

—¡Bienvenida! — me dice y luego sonriente baja de la camioneta.

Por supuesto no pierdo tiempo y bajo detrás de él viendo de mejor manera el panorama que me rodea, me encuentro perpleja con dicho paisaje y el aire puro que me recibe llena mis pulmones de una manera perfecta, definitivamente es lo mejor.

Por supuesto no pierdo tiempo y bajo detrás de él viendo de mejor manera el panorama que me rodea, me encuentro perpleja con dicho paisaje y el aire puro que me recibe llena mis pulmones de una manera perfecta, definitivamente es lo mejor

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—¿Dónde estamos? — le pregunto sin dejar de recorrer con vista cada detalle del lugar.

—Nos encontramos en la casa de mi abuela, ¿Te gusta?

Me dice al oído y mi piel se eriza.

—Por supuesto — nerviosa doy un pasito adelante — ¡Es preciosa! Pero...

—Pense que sería bueno desconectarnos de la ciudad un rato y disfrutar de todo esto juntos — se adelanta a decir.

—¿Vamos a quedarnos? — pregunto emocionada.

—Asi es señorita y lo mejor de todo es que tendremos la casa para nosotros solos — extiende los brazos animado.

—¿Para nosotros solos? — trago saliva en seco y le dedico una súbita y nerviosa sonrisa —, eso significa que... ¿No hay nadie más?

Chasing HappinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora