JOE.
Otra mañana más los estragos de la noche anterior están llegando, dolor de cabeza, falta de apetito, baja energía y el terrible sentimiento de soledad, pero incluso con eso todo vale la pena cuando recuerdo que tuvimos otra tocada exitosa.
Me preparo un café cargado para terminar de despertar y prendo un cigarrillo, en mi rostro se pueden notar las ojeras y mi cara refleja el desgaste energético de la noche, pese a todo decido salir a caminar en busca de mis amigos.
Los encuentro desayunando en la cafetería de la zona comercial y me siento con ellos, todos compartimos la misma cara de muertos y coincidimos en que fue un locura todo lo que se vivió en la gran tocada.
—Imposible no envidiarte Joe — me dice Frank (uno de mis amigos) — estuviste toda la noche con las gemelas sexys.
—Y descubrí que Karen besa mejor — sonrío complacido.
—Ninguna se te escapa amigo, tú si que sabes llegarle a las chicas — Me sacude por los hombros Damián (otro de mis amigos).
—Ni tanto porque no quiere presentarnos a la chica nueva, seguramente la quiere solo para él — reclama Frank.
Divertido e incrédulo suelto una risa pues me parece increíble como de pronto todos pierden la cabeza por ella, no creo que sea para tanto y es humillante ver cómo mis amigos se idiotizan.
—Ya les había dicho que dudo que se pueda fijar en uno de ustedes, no creo que sea el tipo de chica que les gusta — prendo un cigarrillo.
—Me enteré de que su nombre es Sharon.
Me dice Frank atrayendo mi atención inmediatamente, vaya que los tiene tras ella y no entiendo cómo es que saben más que yo.
—¿Como lo supiste? — Pregunto curioso y algo interesado.
—Me lo dijo Diana su vecina, ella dice que es muy amable y tímida ¿Tendrá razón? — sonríe juguetón.
—Así es la tiene, les dije que no es lo que buscan — los miro con seriedad.
—Ni en nosotros, ni en tí — me dice Damián — tan solo mírala — Señala a un punto lejano.
Del otro extremo la chica, bueno ahora "Sharon" se encontraba desayunando en un restaurante pareciendo estar sonriente y animada, pero a su lado se encontraba nada más y nada menos que Nicholas, el imbécil y traicionero de Nicholas.
—Quien lo diría — continúa diciendo Damián —, el perdedor de Nicholas siempre termina llevándose el premio mayor — ríe entretenido.
Una rabia inexplicable crece de un segundo a otro dentro de mí y no puedo evitar expresarla.
—No se que les sorprende — observo a Sharon y Nicholas con desprecio — ambos son la misma cosa, nada más que unos niños hijos de papi sin mejores cosas que hacer — escupo con rabia.
—¡Rayos! Y yo que me le quería lanzar — dice desanimado Frank.
—No pierdas tu tiempo — le digo — hay mujeres mucho más bonitas y menos huecas que ella.
Sin más me paro y alejo del lugar y es que sí, algo había afectado dentro de mí, ahora que se de qué amistades esta rodeada esa niña ah nacido automáticamente de mí, no puedo fingir estar bien con ella cuando todos sus amigos son una bola de estúpidos, tarde o temprano ella sería igual.
Mala suerte la mía haberme topado con ella en su llegada y peor aún haberla ayudado, no puedo imaginar siquiera las burlas que debío haber hecho con sus amiguitas o el imbécil de Nicholas, simplemente esta descartada para mí.
Despues de tanto drama me calmo y decido salir nuevamente con Damián pues compraríamos algunas cosas para la banda, dichas compras se extendieron más de lo esperado y la tarde nos cayó, el momento perfecto para ir por tragos nos dirigimos a un bar, pero de nueva cuenta y para mi mala suerte nos topamos de frente con Nicholas y Sharon sonrientes y despreocupados.
—Vaya, pero ¿qué tenemos aquí? ¿Acaso son la nueva parejita del lugar? — suelto una risa burlesca.
—No es asunto tuyo Joseph — contesta Nicholas a la defensiva.
—Calmado galán vengo en paz, la verdad no estoy de humor para ponerte en tu lugar— me burlo sin temor.
Al mirar el rostro desconcertado de Sharon intuyo que el cobarde de su novio no le ah dicho nada, el momento perfecto para atacar.
—Yo solo me acerque para saludar a mi amiga — miro en direccion a ella —, Sharon ¿No?
Ella asiente ligeramente.
—Parece que eres famosa Sharon, todo el mundo conoce tu nombre y quiere saber de ti — le sonrío si quitarle la mirada —, dime ¿como haz estado?
Nicholas no puede evitar mirarnos desconcertado lo que por supuesto disfruto completamente, saber que la duda lo matara por al menos unos segundos es lo que hace satisfactorio este momento.
—Bien gracias — contesta rápidamente ella luego dirige su mirada a él.
—Eso veo y muy bien acompañada por este intento de galán — suelto una risa.
—¿Que es lo que quieres Joseph? — interrumpe Nicholas.
—De ti nada, se sabe que no tienes nada que ofrecer, ¿o ya le contaste a tu noviecita de tu pasado? — me paró a escasos centímetros de él.
El retrocede unos pasos y molesto ensancha el torso.
—No tienes nada que aportar ¿cierto? Nada mas que violencia y rencor, sí supieras que fuera de ti hay más vida.
¿Y se atreve él a decirme eso?, me queda claro que solo lo hace para lucirse frente a ella.
—Mejor cuida tus palabras que no te queda hacerte el caballero en una situación donde claramente no lo eres — señalo fuerte sobre su pecho.
—Tengo mi mente lo suficientemente tranquila como para decir lo que quiera y no ser afectado por nada de lo que digas — quita mi mano con firmeza.
El muy cobarde se abre paso entre nosotros tomando a la chica del brazo, en ese mismo segundo mi sangre hierve de impotencia y apenas puedo controlar el temblor de mis manos, solo pienso en una cosa y ambos salimos perdiendo en ella.
—¡MEJOR CUIDATE DE ÉL SHARON NO VAYA A TRAICIONARTE COMO A MÍ!
Grito con toda mi fuerza sintiendo que el pecho me estallará de presión, ella solo camina tomada por el mientras se gira de ves en cuando para verme, se puede ver en su mirada descolocada lo confundida que quedó por el encuentro, al menos ahora Nicholas tendrá que explicarle muchas cosas y dudo que quede como el hombre bueno que aparenta ser.
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Chasing Happiness
FanfictionUn cambio puede mover toda una vida, ¿Podría acabar con el odio y el amor?