SHARON.
—Sharon, quieres ir este sábado a la fiesta de rocío — me invita una compañera de universidad mientras almorzamos.
—¿Este sábado? — pienso unos segundos —, no creo poder, esta semana no presté suficiente atención en clases y quiero estudiar un poco, pero gracias.
—Lo notamos, has estado muy distraída ¿Todo bien? — da un sorbo a su bebida.
Nerviosa comienzo a picar la comida con el tenedor hasta que un suspiro se escapa de mí.
—La verdad no — confieso —, me he metido en problemas con un vecino y... No sé cómo solucionarlo - cubro mi rostro fugazmente con las manos.
—Vaya, ¿Es grave? — lleva empáticamente la palma de su mano a mi brazo.
—Tengo que reponer algo que rompí, pero si eso no basta creo que tendré que pensar en mudarme — exhalo e inclino el rostro.
—Sí no logras solucionarlo llámame, mi madre podría rentarte un cuarto totalmente equipado - sonríe.
—Gracias Katty, lo tendré en mente — devuelvo la sonrisa.
Llevaba días sin salir de casa para no encontrarme con Joseph lo cierto es que, pensar en un encuentro con él pone mis nervios de punta, por lo que estaba tomando ciertas medidas como ir y regresar en taxi a casa, no salir y mucho menos acercarme a él.
Esta vez el taxi decide dejarme en la entrada al fraccionamiento debido a una falla mecánica que el carro comenzaba a presentar, por lo que nerviosa me apresuro a pagarle y bajar del auto, me doy la vuelta para entrar lo más rápido que puedo pero entonces...
Justo en la entrada Joseph me espera, mi corazón se acelera al primer milisegundo de verlo, mis manos adoptan una temperatura helada y mis piernas comienza a temblar.
—¿Que? ¿No vas a entra? — sonríe y hace una seña mostrando el camino.
Trago saliva en seco y camino con pasos poco seguros a la entrada, pero entonces él impide mi paso parándose en medio.
—Pero qué valor el tuyo de seguir aquí, yo pensé que ya estabas con tus papis — busca mi mirada.
—No quiero problemas, por favor — suplico con el rostro inclinando.
—Ay princesa — hace un falso puchero - demasiado tarde, esos ya los tienes.
Levanto mi vista y su rostro ah cambiado, ahora sus facciones son mas serías y me mira de una manera tan siniestra que quiero correr.
—¿Dime cuanto dinero quieres?, no importa la cantidad, yo te doy lo que necesites ¿Cuánto quieres?— impaciente le digo.
—Yo no necesito tu dinero — contesta encendido —tengo suficiente y créeme ninguna cantidad que ofrezcas, va a reparar el daño.
—¡Por favor ya déjame! — exclamo en un sollozo e intento pasar.
—No, ¡tú no te vas! - me toma firmemente de las muñecas y me acerca a él — no creas que te vas a librar de mí...
Siento el temor apoderarse de mí, pero justo cuando estoy por gritar una vecina entra por dónde estamos y me salva sin darse cuenta.
—Buenas tardes, jóvenes — nos saluda amablemente la señora.
Joe apenas le sonríe y suelta una de mis manos, yo veo la oportunidad perfecta para escapar y sin pensarlo la tomo.
—¿Necesita ayuda con las bolsas? — me ofrezco apresurada.
—Me vendría bien, pero no quiero molestar — responde la señora.
Se niega en un inicio pero luego de insistirle termina aceptando, por lo que a Joseph no le queda más remdio que soltarme y con una mirada fulminante me observa mientras me alejo.
Asustada llegó a casa encontrándome con Kevin y Maddy en la sala, me cuestionan por mí evidente nerviosismo pero logro evadirlos y subo a mí cuarto, más tarde ellos se preparan para ir al cine y por cortesía me invitan, pero no quiero ser un mal tercio por lo que rechazó la invitación quedándome en casa.
Los despido en la puerta y regreso a la sala a sentarme, preparo palomitas y jugo de manzana, me dispongo a ver una película cuando escucho el timbre sonar, puedo ver las gafas de Maddy en la mesa por lo que asumo las ah olvidado y las tomo para dárselas.
-Maddy olvidaste tus...
Mi corazón se detiene al ver a Joe del otro lado de la puerta, recuerdo que estoy sola y el terror se manifiesta en mi cara, rápidamente intento cerrar la puerta pero él la detiene con su mano y sin mas entra a la casa.
—¿No te han dicho que es de mala educación cerrarle la puerta en la cara a las personas? - cierra la puerta detrás de él.
—Por favor, vete — con voz quebrada le digo.
—¿Que pasa? — sonríe siniestramente — solo he venido a visitarte — camina a mí.
—Si no te vas te juro que llamo a la policía — tomo mi celular.
—¿Y que les dirás? — ríe — Tú abriste la puerta sin preguntar, prácticamente me dejaste pasar.
—Hablo enserio los voy a llamar — temblando comienzo a teclear.
—Por favor, ambos sabemos que ni de eso eres capaz — me quita el celular.
Me quedo congelada mientras él se tumba en el sillón, me mira unos segundos, sonríe y continua diciendo.
—¿Como se siente?, Feo ¿No? Lastima que ya no está tu héroe Nicholas para ayudarte — gira mi celular en su mano.
—Si me vas a golpear ¡HAZLO YA! Acaba con esto — Exclamo desesperada.
Cierro los ojos esperando lo peor cuando escucho que palmea fuerte sus manos seguido de su risa, entonces abro los ojos y lo veo acercase a mí.
—Yo no soy un golpeador niña — se inclina a mí — pero de lo que si puedes estar segura es de que esto no ah acabado — señala sobre mí — nos estaremos viendo princesa.
Sin más se da la vuelta y sale de la casa, me apresuro a cerrar con llave y me tumbo en el sillón en shock, dos encuentros en un día ya me habían hecho tomar la decisión de mudarme.
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Chasing Happiness
FanfictionUn cambio puede mover toda una vida, ¿Podría acabar con el odio y el amor?