No Hay De Que Temer. Libro II (Trilogía) [Los Sueños de Dios]

5| Chocolate

Narra Sahúl

Todos los estudiantes de medicina estábamos entrando al hospital.

Estaba algo triste por que ya no podría comer con las chicas, aunque solo serían dos días a la semana que estaríamos en el hospital, pero para mi era demasiado, dos días a la semana no podría quitarle a Jiji lo que comía, dos días no podría molestar a Tiffi y a Kelly, bueno , aunque a Kelly la tengo aquí cerca, pero no es lo mismo, y no podré estar escuchando los regañitos de Hellen.

-Hola Sahúl - escucho a Grethel

-Hola, como estas- digo amistoso.

-Bien, toma- me extiende un chocolate.

- Gracias, wow y son mis favoritos - digo viendo el chocolate.

-Lo se, por eso te lo traje- su mirada cambia, me ve con intensidad y empiezo a incomodarme.

- Te gustaría salir a dar un paseo después de las clases?- sigue viéndome raro.

- Me gustaría, pero no puedo, tengo que ir a la iglesia.

-¿Vas a la iglesia? - pregunta asombrada.

- Si -respondo con honor.

Susurra algo, pero no logró escucharla.

Las clases empiezan.

****

Después de haber terminado con las clases, salimos todos del hospital.

Estar dentro de este hospital, me hizo recordar cuando estuve apuntó de morir, hace dos años. Dios es poderoso.

Veo a Kelly que va saliendo, se ve linda, lleva el cabello recogido, un flequillo cae por su frente haciéndola ver tierna.

Nuestras miradas se encuentran y sonrío al verla, el me saluda moviendo la mano.

Me acerco y de repente empiezo a sentir nervios.

<Dios no permitas que haga el ridículo frente a ella>

Oro en mi mente, ella se detiene esperando que llegue donde está, voy caminando rápido,y cuando estoy cerca, no se como pero en un milisegundo caigo de rodillas.

Al parecer mi oración no ha sido contestada, por que acabo de meter el pie en un agujero que hay en el suelo.

Kelly se ríe a carcajadas mientras se acerca para ayudarme.

-Tienes que ver por donde caminas- dice todavía riéndose.

Yo estoy serio, no se que color tenga mi cara, no soy de los que todo les da pena, pero no se por que cuando estoy con ella todo quiero hacerlo bien.

- Ya no te rías- digo serio.

- Vamos, fue gracioso, toma- me da un chocolate - para que se te pase.

- Gracias Kelly.