No Hay De Que Temer. Libro II (Trilogía) [Los Sueños de Dios]

62| ¿descubierto?

DOBLEEEE ACTUALIZACIÓOOOOOOOONNNNN

Llegamos al que todos estaban esperando 👀💣💥

Capítulo dedicado a mi gran amiga y hermana grace-watherly-

DISFRÚTENLOOOOOOOOOO
BENDICIONEEEEEEEEEESS

Lunes 20 de Junio

Narra José

—¿Que haces? —le había preguntado a Adán, me había llamado muy serio, era raro que me llamara para hablar a solas.

Me había pedido que le ayudara con Hellen, mi preocupación por ella no se dejó esperar y empecé a preguntar mucho, y... ahora que lo recuerdo, me arrepiento.

—Ahora ya se que tenés —seguía tachando algo en su libreta, me tenía confundido.

—¿Que tengo? —pregunté algo desesperado al ver tanto misterio, ya me parecía a Isaque  sin poder soportar el suspense.

—Un bonito problema —dijo con una expresión extraña.

—¿Los problemas son bonitos?... Vamos dime!!!

—¿Que sientes por Hellen?

—¿Qué?

Eso fue todo lo que dije, después el me dijo que me hiciera esa pregunta y buscara una respuesta, pero nada más.

Ahora, no se me salía de la cabeza. Y si hay alguien que no se le salen las cosas de la cabeza fácilmente, ese soy yo.

¿Que siento por Hellen?

La respuesta es: nada.
Más bien eso es lo que quiero sentir, nada.

Pero en el fondo siento un montón de cosas que no quiero sentir. Ya no la puedo ver porque cada vez que la veo todo se descontrola. Pero quiero verla. No sé si me entienden, porque yo no.

¿Y si de verdad me gusta?

Me siento como un tonto por pensar así, ella no se fijaría en mí, ademas, no está en mis planes sentir algo por alguien, mucho menos por Hellen. Me siento mal por verla tan bonita, más aún cuando recuerdo a Aurora.

Tahís se acerca. Por cierto, estoy en la universidad.

—Guapo —dice muy coqueta, detesto esto. Señor haz que se vaya —¿Por que no me hablas ahora? sabes, pensé que del día que llegaste a la fiesta seríamos mejores amigos.

Si ella supiera lo que pasó.

—¿no te importaría que vayamos a algún lugar? aún no entramos a clase.

—no quiero —digo indiferente, de verdad quiero que se vaya. Ella insiste, empiezo pensar en un insulto para que se aleje, pero recuerdo que ya no soy el mismo.

¡Señor ayúdame! Ayúdame a escapar.

—vamos, solo será un momento — dice tomando mi brazo.

—No quiero y además tengo algo que hacer— me suelto.

—¿que vas a hacer? ¿Puedo acompañarte?

—No porque es con mi amiga.

—Auch!!! —grita Tiffany, la he agarrado del brazo y camino con ella lo más rápido  que puedo, lejos de Tahís —¡¿Pero que haces?!

Pregunta mientras caminamos rápido.

—Solo sigue caminando, ella es un dolor de cabeza.

—¿No que el dolor de cabeza era yo?