No Hay De Que Temer. Libro II (Trilogía) [Los Sueños de Dios]

10| Más Joven

Capítulo  dedicado a
PaolaReyesP26

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Lilliam la tía de José preparaba la cena.

Kelly y José  entraron a la casa sorprendidos de lo que estaban viendo.

Lilliam había escuchado los consejos sabios de la hna Mercedes (la tía de Hellen). Hoy Lilliam había decidido que todos cenarían en familia.

Oliver, el esposo de Lilliam venía entrando a la casa y también se sorprendió  al ver la mesa. Últimamente  había visto un gran cambio en su esposa.

Todos se sentaron a la mesa, había un silencio incómodo, nadie decía nada.

Kelly trataba de tener la compostura, pero cada vez que había un silencio como el que estaba presenciando le daban ganas de reírse.

José dio un codazo a Kelly para que se calmara.

-Como les fue hoy- se atrevió  a preguntar Lilliam.

-Bien- respondieron los chicos al unísono.

-Y a vos- miro a Oliver.

-Como siempre- respondió sin ánimos.

Y fue notorio que algo no estaba bien y debían solucionarlo.

-Bueno nosotros nos vamos- dijo José sabiendo que los más adultos necesitaban  hablar.

-Pero yo no he ter...

-Tu comerás en la habitación - agregó José para que Kelly entendiera que ellos necesitaban hablar.

Ambos subieron a sus habitaciones, dejando a Lilliam y Oliver solos.

- Necesitamos hablar- dijo Lilliam.

-Si vamos hablar de lo mismo, ya estoy cansado...

-No, es sobre otra cosa- suspiró  para seguir - soy cristiana - soltó  de golpe.

Los ojos de Oliver se abrieron de la sorpresa.

-¿Enserio, Cristiana? Pero pensé  que a ti no te gustaba eso.

-Exacto no me gustaba, pero me di cuenta de que siempre tuviste razón... perdón por haberte...ofendido las veces que hablamos de esto.

-Los ojos de Oliver estaban rojizos.

Oliver hasta hace poco había decidido creer, pero no asistía a ninguna  Iglesia ya que su trabajo se lo impedía.

-Yo se que vos también  estas empezando- volvió  a hablar Lilliam - en esto de ser cristiano, pero quiero que juntos lo hagamos, que trabajemos en equipo, así  como lo hacemos en la empresa, pero esta vez lo haremos por nuestro matrimonio, por estos chicos, que aunque no lo creas,  son como nuestros hijos.

Oliver estaba sorprendido, las peleas entre ellos empezaron desde que el le contó a su esposa que quería ser cristiano, que estaba cansado de vivir la vida que llevaba. Que había conocido a un joven en su empresa que le había hablado de Jesús y que a el le pareció  una buena opción.

Al principio Lilliam  se enojó ya que ella no creía, nunca le habían hablado de la Verdad que es Jesucristo.

-¿Me perdonas?- dijo Lilliam con sus ojos llenos de lágrimas.

Oliver se acercó  a ella y la abrazó.

-Claro que te perdono-  y dejó un tierno beso en los labios de su esposa.