No Hay De Que Temer. Libro II (Trilogía) [Los Sueños de Dios]

18| ¿Dónde está Jireh?

Todos estaban listos para ensayar Jimmy ya tenía las baquetas en la mano cuando vio a Alondra entrar a la Iglesia.

- uuuu- dijo Tifi con una mirada pícara - No me digas ¡Otro enamorado!

Jimmy brincó del susto, pues no vio a que hora Tifi llegó  donde el estaba.

- ¿Yo? - dijo tratando de ocultar lo que era evidente - yo no...

-A mi no me engañas - le dijo antes que terminará la frase -¿Donde van los mentirosos?- dijo señalando hacía abajo.

-Al infierno- respondió Jimmy sabiendo que su hermana en Cristo le había ganado.

-¿Entonces? - preguntó sonriendo.

-¿Entonces que?

-Estoy esperando a que aceptes que te gusta.

- Eres mala- la fulminó con la mirada- el líder necesita mi ayuda.

Trató de escaparse.

-Nada señorito, el líder está comiendo galletas, no creo que necesite tu ayuda para comer.

-Pues si - respondió y cominó donde estaba  Adam.

-Cobarde, pero de mi no te libras ya verás - dijo riendo.

Jimmy se reía mientras caminaba hacia donde estaba Adam.

¿Tanto se le notaba que estaba enamorado de Alondra?

Trataba de disimular, pero de verdad le gustaba, cada vez que hablaba con ella, sentía que su mundo se detenía.

- Déjame adivinar- habló Adam una vez  que Jimmy estuvo cerca- Acabas de enfrentar a Tiffany.

-Con ella no se puede- dijo riendo.

Jimmy había llegado a la Iglesia hace un año, el era el baterista de la Iglesia, trabajaba en la misma empresa con Adam, Jimmy había estudiado Técnico General en Computación y le daba mantenimiento a las computadoras de la empresa.

Después de haber orado empezaron a ensayar, ya que en la semana irían a cantar al parque nuevamente.

Alondra grabaría el ensayo, aún traía puesto el traje de enfermera, Sahúl pasó toda la tarde enseñándole técnicas para grabar que no les dio tiempo de cambiarse.

Alondra resultó ser muy buena.
Sahúl estaba muy contento, por que a su "cuñada" le gustaba grabar.

Lilliam y Oliver veían a los chicos cantar, les fascinaba estar con ellos. Amaban la música.

Hellen cantaba mientras los demás le hacían coro.

Aunque trataba de no pensar en el mensaje, no podía dejar de hacerlo, necesitaba hablar con su tía, sólo que no encontraba  el momento para hacerlo, no la quería preocupar, pues ella últimamente  no estaba bien.

Adam notó la preocupación, se propuso a hablar con ella después del ensayo.

Hellen se sentía preocupada, sus pensamientos no la dejaban concentrarse.

Terminaron la primer canción.

-Kelly- habló  Adam- nos gustaría que cantes, no como corista...

Kelly sólo apoyaba en el coro casi no le gustaba tener la voz principal.

-¿Y que quieren que cante? - preguntó sorprendida, sus Mejías empezaban a sonrojarse.

-La que más te guste.

-Ok...  Contaremos
...Como soy de Hillsong. ¿Se la saben?

Todos asistieron.

Kelly empezó a cantar, aquella letra le recordaba cuanto Dios la amaba.