23| Recuerdos

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Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir  hasta el rincón firmeza.
Efesios 6:13

Narra Sahúl

Entro a la empresa donde voy a trabajar, hoy es mi primer día.

Sólo trabajaré los sábados todo el día  y los días de semana por las tardes, Tifa dice que es raro el horario y si que lo es, normalmente aquí  si no trabajas todo el día no hay nada.

-Hola, buenos días joven - una señora se acerca - soy la encargada, el jefe solicita verlo antes de iniciar su trabajo.

-ok- respondo y nos dirigimos a la oficina.

Entro a la oficina, veo el lugar, mi vista recorre toda la estructura y llega al escritorio.

Una punzada fuerte me hace dar un paso hacia a tras, cuando  veo esa foto...mi mamá...

Mi... ma...má. siento mis ojos arder.

-Dejenos solos- habla el hombre que está  sentado, pero aún no levanta el rostro.

Mi papá  está frente a mí.

-Hijo- dice y carraspea. Veo en sus ojos miedo. Los tiene cristalizados.

-Perdoname- menciona y baja el rostro.

Camino hacia donde el, pongo mi mano en su cabeza, el me ve y se pone en pie.

Lo abrazo.

- Perdóname a mi- Menciono aún abrazándolo.

- Yo te hice daño, no te di la atención  que merecías, te corrí de la casa, no te busqué- las lágrimas  no paraban de salir de sus ojos. El estaba desahogandose, no lo interrumpía, sabía que el necesitaba hacerlo.

- Me fui del país, hace poco regresé  y empecé a buscarte...Te encontré  gracias a Dios y a dos niñas.

-¿Dos niñas?- pregunté

- Si... ellas estaban en un restaurante - me hizo seña que me sentara- Ellas hablaban de un grupo que cantaban en el parque, estaban mencionando  a todos entre ellos mencionaron tu nombre, al parecer estaban buscando en Instagram. Me acerqué y vi tu foto... así que les pregunté...vi todos los vídeos, ellas me enseñaron unos vídeos que ellas mismas habían grabado y vos salías cantando y tocando el piano.

Sus ojos volvieron a cristalizarse.

- Yo no sabía que eras cristiano, yo... hace poco acepté a Jesús  en mi corazón.

Cuando escuché  la última  frase no pude evitar sonreír y lo volví  a abrazar.

- No sabes lo feliz que me haces.

-Hijo, te quiero mucho...yo se que es muy pronto, no se si ya tendrás tu vida, tales tengas novia o... Pero si no es así me encantaría  que vengas conmigo.

Mi papá  esta nervioso, lo se.

- ¿A qué te refieres con eso de ir contigo?- pregunto.

- Yo me regresaré a Estados Unidos y me gustaría que vengas, sólo si quieres, ya eres adulto tienes que tomar  tus propias decisiones.

Me quedé  analizando su propuesta.

Irme con mi papá sería dejar la Iglesia, mi Ministerio, mi familia, mi carrera, mi...

En mi mente aparece la imagen  de Kelly.

Suspiro

-Me encantaría, pero... tendría que dejar mi Iglesia, mi carrera, mis amigos que se han convertido en mi familia y...y.

No Hay De Que Temer. Libro II (Trilogía) [Los Sueños de Dios]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora