24| Aún no me convences

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Aquí  continúa.
Si hay errores me disculpan. Por fiiiis

A leer!!!

Narra Hellen

Había ido a ver la tumba de mis padres, sabía que lo que estaba ahí era polvo, sabía que ellos estaban esperando ser resucitados. Pero me dolía no tenerlos, siempre me he sentido con ese vacío.

Después de estar parada viendo las flores que adornaban la sepultura, decidí regresar a casa, antes de salir del cementerio  pasé por la sepultura  de Aurora, otra vez quería llorar.

Me alegraba que mi amiga tuviese la oportunidad  de recibir a Cristo en su corazón, pero también me dolía no tenerla, el poco tiempo que pude estar con ella, me enseñó muchas cosas.

Aurora fue una gran amiga.

Empecé  a sentir ganas de llorar, pero no lo hice, no quería  volver a llorar.

-Señor, ya lloré  por tanto tiempo, y aunque intentara hacerlo... no puedo no se como sacar estas lágrimas.

Hablaba en voz alta, pues no habían más personas aparte de Dios, El siempre está  conmigo.

Vi hacia el cielo, las nubes estaban oscuras , como estaba lejos de la salida me apresuré para no mojarme, pero fue en vano, la lluvia ya me había alcanzado y mojado.

Mientras la lluvia caía con fuerza en mi rostro, empecé a sentir un hueco  en mi pecho, un dolor tan fuerte, una tristeza que parecía que me iba a partir en pedazos.

Empecé a correr, no sabía hacia donde iba, sólo quería sacar lo que sentía en ese momento.

En un momento caí  al suelo, me quedé  viendo a la nada, pero cuando volví  a la realidad, frente a mi estaban unos zapatos convers, levanté la mirada y un chico muy alto  y delgado estaba frente a mi.

-Hellen- dijo en forma de susurro y se inclinó para ayudarme a ponerme en pie.

Una vez estuve en pie, pude notar que era Kylle, sus ojos estaban inflamados, creo que había llorado.

Me hizo seña que entrara al auto, la lluvia caía con fuerza, fue entonces que decidí entrar.

En este momento los dos estamos en silencio, nadie dice  nada, sólo vemos como la lluvia moja todo lo que hay a su alrededor.

De un momento  a otro recuerdo lo que pasó  el otro día en el parque y la oración  que había hecho a Dios pidiéndole  que me diera la oportunidad para hablar con Kylle.

《Señor, te dije que me permitieras hablar con el, pero ahora te pido que me des las palabras, no tengo fuerzas... no se como hablar... siento este dolor tan fuerte... ayúdame》

Hago esa oración  en mi mente.

Decido romper el silencio.

- ¿Como has estado?- Hablo.

El deja de ver las gotas de agua que caen, aunque creo que ni siquiera veía las gotas de agua, pues estaba ausente.

Sus ojos azules me ven, con curiosidad.

-Yo... estoy bien- menciona con dificultad, sus ojos dicen lo contrario- Y vos... venís  a ver a algún  familiar? .

- Venía conocer donde sepultaron a mis padres- ¡Como duele!- ¿ Y vos?- pregunto.

-Yo vine a ver... a ver...a mi... novia- baja el rostro, supongo que está  llorando.

Su reacción me sorprende, pues no parece un chico tan abierto como para llorar  frente a alguien que apenas conoce.

No Hay De Que Temer. Libro II (Trilogía) [Los Sueños de Dios]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora