Hidden Feelings [H.S]

Capítulo 74

-Niall, apúrate. La policía nos está persiguiendo.

-No es ninguna policía, Tomlinson. Esta bien que el auto sea amarillo pero no estamos en Nueva York. Es el carro de Harry, ¿no ves que esta parejita vive cerca y estamos tomando la misma ruta?

- ¿Esta parejita? -pregunto.

-Otra vez está sonámbula, Dios bendito.

-Ya no se puede bromear en este auto.

-Ya cállense y déjenla dormir -me defiende Liam y suelto una carcajada por el momento cómico.

-Ustedes no saben lo que es trabajar en atención al cliente.

- ¿Tan malo es?

-S-S-No.

-Ya cayó dormida, de nuevo -dice Liam con voz de flojera.

-Me hubiera venido en el carro de Harry de haber sabido que también irían a sus casas, hacen mucha bulla.

- ¡Deja de hablar dormida! Me das miedo.

- ¡Maneja bien, rubio! -lo regaña el ojiazul mayor.

El camino se me hace cada vez más lento mientras los tres chicos siguen diciéndose varias tonterías los uno a los otros. Creo que aún no les queda claro, después de años de conocerme, que sufro de insomnio y que detesto la bulla.

Sin embargo, mirando de reojo por la ventana me doy con la buena noticia de que estamos a una cuadra de mi casa. Por el espejo retrovisor puedo ver que Harry también se está acercando.

(*)

-En el trayecto, me preguntaba por qué no vine contigo si al final no te ibas a quedar en el hospital -le comento a mi novio mientras despejo mi cama moviendo las sábanas.

- ¡En el camino me dije lo mismo! Mamá también lo mencionó -hace un gesto con su mano juntando su pulgar con todos sus dedos- En fin, igual ya estamos acá -se mete bajo las mantas y se acomoda a mi lado- Estoy cansado.

-Más que yo no creo -me burlo, pero él niega con la cabeza serio.

-No físicamente, supongo. No puedo dejar de pensar en lo que me contó tu hermano, Vic -dice poniéndose de costado con la mano debajo de la almohada- Lo siento tanto, amor -se disculpa con un hilo en su voz. Al no tener respuesta de mi parte, extiende su brazo para tomar una de mis manos- Quisiera saber si lo que pasó ese día en mi casa, el día de la cena que íbamos a tener, fue debido a eso -asiento confirmando y recordando la mala experiencia que tuve al conocer a su padre.

No estaba equivocada cuando supe que él había sido el causante de todo. No me esperaba aquello ese día. Sin duda, esos interminables nervios que estaba sintiendo antes de ir a su casa, fueron una señal enorme a las que no preste su debida atención.

-Dime, amor, ¿cómo lo supiste? -trago duro.

-No quiero hablar del tema -digo poniéndome boca arriba.

-Tenemos que hacerlo -me responde sentándose- Cuando me contaste como pasó el accidente, me dijiste que viste la cara del conductor antes de que todo se saliera de control, ¿era él?

Asiento rápidamente- Estoy completamente segura. No había visto ese rostro en ningún otro lugar hasta el día de la cena -mi novio suelta un suspiro fuerte.

-Pero Vic, ¿cómo puedes estar tan tranquila? Está literalmente viviendo al frente de ustedes. Yo ya ni quiero pisar mi propia casa.

-No lo estoy -me siento al igual que él- Puede que haya habido momentos en donde haya lucido bien, pero cuando lo recordaba... -suspiro- La noche de Año Nuevo... ¿recuerdas cuando casi no vamos a la fiesta?