Hidden Feelings [H.S]

Capítulo 48

Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

—Gustavo Adolfo Bécquer

Narrador Omnisciente.

Eran las tres de la tarde y tanto Vic como Harry se encontraban en una sesión psicológica, por decirlo así, con sus dos amigos uno cada uno. Era hora de armar algún que otro plan para que las cosas mejoren... O quizás no.

—Ten, toma este libro.

— ¿Manual de cómo superar a tu ex? —Vic mira confundida a Jillian— Se lo acabas de dar a la persona equivocada. Esto es para Harry —el libro vuelve a caer en manos de la rubia y ella se lo vuelve a entregar a la castaña. Y así están durante varios segundos hasta que la cuñada de Vic harta de su pelea "literaria" les quita el libro a ambas y lo mete en la mochila de Jill.

—No era necesario ese libro, ¿sabes? —pregunta Gigi.

— ¿Y se puede saber por qué lo tienes?

—No lo sé —la rubia se encoge de hombros y Vic gruñe.

—De todos modos no lo necesito Jill. ¿Y cómo que ex? No he terminado con Harry.

— ¿Y qué esperas?

— ¿Qué?

—Supongo que después de lo que te hizo, piensas hacerlo, ¿no?

Esa idea había recorrido la cabeza de Vic un montón de veces pero siempre que pensaba en ello nunca llegaba a una respuesta concreta. Aunque ella más se inclinaba por una sola opción, de todas formas no estaba del todo segura. No era fácil olvidar lo que pasó. Pero siempre había algo que la hacía decidir un poco más rápido; eso era el "te amo" del chico que está a punto de ponerse calvo ya que no soporta los constantes regaños de su amigo Liam al no superar lo de la fiesta.

Imposible. Ni el propio Harry lo hace.

— ¡Ya está bien! ¡Ya entendí! ¡Sé que hice mal! ¿Puedes callarte, Payne? Me duele la cabeza, maldita resaca —se queja el ruloso.

— ¡Es que me das cólera hombre! Piensa antes de decir las cosas ¡maldito borracho! ¡Hasta acá huele!

—Me he bañado ¿está bien?

—Pues no parece.

— ¿Y luego quien es el terco? —dice Harry con ironía.

—Tú —Harry lo mira mal.

Liam solo quiere exagerar para hacer sentir mal a Harry. Pero ya suficiente tiene el chico con todo lo que ha pasado en estos días. La resaca no se le fue del todo y hasta tuvo que usar lentes oscuros en toda la jornada escolar para que nadie notara sus ojos caídos e hinchados. Además, Harry no se había cruzado con Vic en todo el día. Así que ella no tenía ni idea de todo el escándalo que el chico había armado la noche anterior... Hasta el día de hoy.

— ¡Ya cánsate, J Balvin!

— ¿Cómo me llamaste?

Y acto seguido empiezan a tirarse las almohadas, lo más curioso es que ninguno de ellos reía en el acto excepto Niall que les quita todas las almohadas a ambos y las mete en el ropero.

—Tranquilícense, chicos.

—No quiero —dice Liam fastidiado.

—Niall, dile algo —se queja el ojiverde.