Capítulo 28

189 13 88
                                    

Me pongo los tacones y Zayn frunce el ceño al verme, él está apunto de decirme algo pero ya es demasiado tarde porque ya me encuentro cruzando la calle. Aún escucho el grito de Zayn para que regrese pero lo ignoro. Debería hacerle caso pero es como si mi cuerpo entero me estuviera dominando. Camino las tres casas y detengo el paso cuando me paro al costado del chico rizado quien aún sigue sentado y que aún no nota mi presencia.

Asquienta le quito el cigarrillo, lo tiro y lo piso con la planta del zapato. Luego de ello mi vista se fija en él quien me está dando una mirada de confusión y sorpresa. Trago duro.

— ¿Por qué has hecho eso? —pregunta alargando la última palabra.

— ¿Qué te estás haciendo? —entrecierro los ojos.

Harry ríe sin ganas h agarra una botella que no había visto por ningún lado para beber de ella. Sin embargo, tampoco permito que continúe con eso ya que agarro la botella y la tiro hacia la pista. El vidrio se rompe en pedazos haciendo que toda la cerveza manche toda la acera.

— ¡¿Qué te pasa, estás loca?! —grita con los ojos muy abiertos.

Una sonrisa se forma en mi rostro pero automáticamente la borro. Se supone que debo asustarme por su forma de hablar pero me sorprende a mí misma el valor que tengo para no hacerlo. No me voy a dejar intimidar por él.

El rizado decide ponerse de pie pero se tambalea. Al rato siendo que se sostiene de mi hombro y de la pared a su lado para estabilizarse. Me estremezco por su toque ya que sus manos están frías, no llevo el abrigo.

Posteriormente una tos de su parte me distrae, luego veo que se aleja a una esquina para al rato empezar a escuchar arcadas. Nuevamente, asqueada le doy la espalda.

Harry no me...

No sé por qué sigo aquí parada escuchando esto ¿Por qué no me voy? Escucho otra arcada y me tapó los oídos mientras cierro los ojos y taconeo nerviosa.

Mi emetofobia.

¡Ya vete!

Los pasos de Harry caminando hacia mí me vuelven a la realidad. Él se para a mi costado y resopla mientras tiene los brazos en jarra. Decido mejor largarme, no sé para que vine en primer lugar. Por ello doy unos dos pasos para ir a mi casa pero su voz me llama, resignada me vuelvo a mirarlo.

— ¿Sí?

—Mierda —susurra y pienso que va a volver a vomitar, sin embargo, se vuelve a sentar en donde lo había encontrado desde que llegué. Luego me mira acusatoriamente— Era la única botella que me quedaba.

—Me alegro... Espera, ¿cuánto tomaste? —me cruzo de brazos tratando de encontrar calor.

—Un poquito —cierra un ojo y une sus dedos índice y pulgar.

—Sí, claro —lo miro mal.

Otra vez ríe y con su dedo me hace una señal para que me acerque y me agache a su altura. Yo obedezco, pero me da miedo lo que vaya a hacer o decir.

— ¿Has venido porque te has preocupado mientras me veías haciendo esto, no? —el último monosílabo lo dice inclinando su cabeza más cerca de mí y yo decido retroceder por su aliento a alcohol.

Nada que ver, tu vida me importa una mierda, solo que estaba aburrida y vine a joderte un rato.

Ni yo me la creo.

Prefiero no responder, pero sé que no ha sido buena idea porque con mi silencio seguro Harry ya se ha dado cuenta que está en lo cierto.

Hidden Feelings [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora