Capítulo 33

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Los dos meses más largos y complicados que había tenido alguna vez en mi miserable vida.

Si Harry me escuchara decir eso en voz alta, seguro me regaña durante un mes entero por no valorar lo que tengo. Me he sentido fatal en ocho semanas y sus palabras no creo que harían gran efecto en mí sabiendo que me siento más destruida que él o viceversa. De todas formas ambos nos sentimos mal, por diferentes razones, aunque quizás él no esté muy enterado de la mía. 

Lo que le ocurrió a él se ha juntado con todo el rollo que vive en mi cabeza haciendo las cosas mucho más difíciles.

No hace falta agarrar un lápiz y enumerar una por una las cosas que estoy pasando. Trato de hacer todo lo posible por relajarme y olvidarme por un momento de esas cosas, con alguna que otra distracción que encuentre o me ayuden a encontrarla. Pero solo es cosa de unos segundos o minutos. Una vez terminada, vuelvo a la realidad y de nuevo esas ideas regresan a mi mente sin dejarme en paz.

Debo dejar de darle vueltas a todo.

Ya ni estudiar puedo. Todo eso, después de lo de Harry. Antes, estaba de un mejor ánimo, hasta creí que la presencia de Elliot seria un gran soporte para volver a divertirnos entre los tres. Pudo haber funcionado, sí. Pero ya todos saben que todo se fue abajo después de lo ocurrido.

Debo admitir que el nacimiento de mi sobrino o sobrina también es parte de mis pensamientos diarios, me da ansiedad, no puedo esperar a que esa criatura nazca.

Zayn ya lo sabe. No se enteró de la mejor forma como a Gigi le hubiera gustado que fuera. Porque al igual que yo que en el pasado encontré una foto que hizo mi corazón añicos; Zayn encontró una conversación de nosotras en el celular de la chica en donde hablábamos justamente sobre el día en el que ella le daría la noticia a Zayn.

Mi hermano se sintió desconfiado y decepcionado preguntándose porque le habría ocultado el embarazo. Yo creo que era exageración y egoísmo por su parte, el único problema era que ella no estaba lista y tenía miedo.

Era algo normal. Pasaron unas cuantas semanas peleados y eso fue triste para ambos. A mi hermano lo veía estresado y cortante... y ella ya no tenía ánimos de seguir atendiendo a sus pacientes. ¡Pero eso les afectaba! Tanto a ella como al bebé. Por lo que me tuve que convertir en doctora corazón y psicóloga por unas semanas y ayudar a que la pareja se reconcilie. Cosa que por suerte, funcionó y ahora ambos cuentan los días para la llegada de Zagisha o Jonayn.

Ocurrencia de ambos.

— ¿Has comido algo?

La voz de Harry me saca de mis pensamientos y me obligo a devolverle la mirada que parecía llevar puesta desde hace varios minutos sobre mí.

—Si... —miento y para mi mala suerte un rugido me delata haciendo sonreír débilmente al rizado. Que vergüenza.

—No quiero sonar grosero pero, quiero que salgas de esta habitación y te busques algo de comer ahora.

Abro la boca para protestar y el continúa.

— ¡Y sin protestar! —levanta un poco la voz y se le forma una pequeña sonrisa que yo al instante respondo antes de salir de ahí.

Tal vez encuentre algo en la cafetería, pero eso será después. Primero decido ir donde Zayn y avisarle sobre el dolor de tobillo de Harry para que empiece con los exámenes, radiografías o lo que sea que le hagan.

Las personas que se encontraban afuera antes de que entre a la habitación de Harry ya no están, salvo su mamá y hermana que conversan tranquilamente —o eso es lo que aparentan sabiendo que el chico no está en buenas condiciones—. Los demás del instituto parecen ya haberse ido y no es algo que tenga mucha importancia para mí... ni para Harry, porque él mismo dijo que apenas conocía a algunos.

Hidden Feelings [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora